CAPÍTULO 32: Defendiendo Lo Que Amo

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AMY

- Vaya, vaya - dijo aquella pelirroja.- pero si es Amy Sano, la consentida de papá. ¿Qué pasó? - se rió- acaso no tienes mejor cosa que hacer que meterte en donde no te llaman?

- Perdóname mi reina, pero yo me meto en donde quiero cuando quiero. Si no te gusta - aclaré la garganta y me acerqué a ella - pues en verdad, me la suda.

Esa maldita asquerosa me estaba poniendo enferma con su simple existencia. Su egoísmo y su manera tan repugnante de presumir me daban ganas de, no solo partirle la boca para demostrar quien manda, si no también vomitarle encima.

- Amy, porfavor, cálmate, déjalas, no merece la pena gastar energías - suspiró Taiju sujetandome levemente del brazo.

- Tu guardaespaldas tiene razón - dijo la pelinegra de brazos cruzados.- mejor aléjate de nosotras, y por cierto, esa cicatriz se ve horrible!

- Oh, vamos, mejor ve a ver a tu adorado Hanma Shuji - dijo la rubia con un tono burlón.- solo deseemos que el pobre no caiga en coma al ver tal aberración como tú. - sonrió.

- Hm, y que pasa si yo te dejo en coma por una semana y aprendes a respetar un poco, maldita rubia? - me crucé de brazos y la fulminé con la mirada.

- Ah, serias capaz? - me retó la pelirroja poniéndose en medio.

No dije nada más. Me incliné hacia ella y le di un puñetazo, dejándola en el suelo.

- Mayumi!!! - gritaron las otras dos chicas.

- Amy, para!!! - me gritó Taiju perdiendo el control.

No le escuché. Me puse encima de Mayumi y la golpeé repetidas veces. Mi mirada se emborronaba por mis pensamientos y mi ira se dejó llevar por muchos minutos. Aunque la dejara inconsciente, yo la seguiría golpeando.

- Qué demonios está pasando aquí?! - dijo Draken acercándose.- Amy, Amy! Ya basta!

Agarré a la pelirroja del cuello y la estampé contra una pared con fuerza.

- Ni se te ocurra - me acerqué más a ella.- volver a nombrar a mis amigos, y menos si vas a soltar mierda de ese tipo.

- V-v-vale... - tartamudeó Mayumi, ya que al apretarle el cuello esta apenas podía respirar.

- Ya, ya, Amy, ya! - me dijo Taiju agarrándome de la cintura.- ya está, porfavor.

- Lo... Lo siento. - musité.

Noté como la Pelirroja se alejaba con sus amigas, aún tosiendo debido al daño que le hice en el cuello. Pero me daba igual. No iba a permitir que nadie insultara a la gente que quiero, eso lo tenía por seguro.

- Amy, estás loca?! - me gritó Draken.- acaso sabes en la de problemas que te podrías haber metido?!

Giré los ojos hacia un lado, no quería saber nada de lo que había pasado.
Draken suspiró y volvió a mirarme.

- No creo que a Hanma le guste este tipo de cosas, así que más te vale que jamás vuelva a suceder. - me declaró. - al menos estás bien? Te hiciste daño?

- No... Estoy bien - afirmé.

- Está bien... Me iré a la clase de arriba y... Porfavor, no más peleas - me suplicó el rubio.

Vi como se iba y me giré para mirar a Taiju, el cual estaba bastante disgustado ante tal situación.

- Tienes los nudillos rojos - me miró y después miró mi mano derecha.

- Oh, no te preocupes... Y... Perdona por haberme metido en esa pelea, es que, me dolió que hablaran así de vosotros. Últimamente - suspiré - últimamente formáis una parte muy especial en mi y no quisiera saber que hay gente que os insulta a vuestras espaldas.

Taiju me miró y de sopetón se lanzó a mis brazos, abrazándome con bastante fuerza. Sentí la calidez de sus anchos brazos rodeando mi cintura y su respiración en mi cuello... Sentí algo muy extraño...

- Lo importante es que estás bien, Amy, así que por favor, no te metas en más peleas, ya sabes como está Hanma, no le demos más disgustos. - me propuso, aún abrazándome con fuerza, como si tuviera miedo a que me fuera a escapar.

- Está bien, está bien, no más peleas. - le prometí.

Me considero una persona muy débil, tanto física como emocionalmente, pero si se trata de seres queridos, daría lo que fuera por ellos.

Dᴇ́ᴊᴀᴍᴇ Cᴜʀᴀʀ Tᴜs Cɪᴄᴀᴛʀɪᴄᴇs [Aᴍʏ Sᴀɴᴏ x Tᴀɪᴊᴜ Sʜɪʙᴀ]Where stories live. Discover now