Dᴇ́ᴊᴀᴍᴇ Cᴜʀᴀʀ Tᴜs Cɪᴄᴀᴛʀɪᴄᴇs [Aᴍʏ Sᴀɴᴏ x Tᴀɪᴊᴜ Sʜɪʙᴀ]

CAPÍTULO 12: Déjame Hacerte Sonreír

HANMA

10:25am, estación del bus

- Afff... - dije resoplando mientras miraba la hora.

Ya hacían dos semanas de lo sucedido... Ver a Amy postrada en esa cama por culpa de ese desgraciado me partió el alma. Ya hace unos escasos días le dieron el alta, así que iré a verla a casa.

Intenté hacerla sonreír, intenté que riera, pero todo fué en vano. Su dulce sonrisa ya se había borrado por completo.
Solo deseo que su padre no se haya enterado... Porque, sabiendo como es, podría haber acabado peor.

Sostuve el ramo de orquídeas con fuerza mientras las miraba. Eran sus flores favoritas... Solo quedaba rezar para que el autobús llegara pronto.

- Ah? Bien!!! - celebré viendo como un autobús paraba frente a mi.

Subí y me senté en el lugar más cercano a la puerta de salida, estaba seguro de que a Amy le encantaría mi visita.

(...)

10:54am, en casa de los Sano.

- Pasa Hanma, porfavor - dijo Emma sonriendo.

- Gracias... Donde está Amy?

- Verás... No está bien... - me dijo con la cabeza gacha.

- Qué, porqué? Qué pasó?

- Ven, toma asiento... - dijo evitando unas lágrimas.- verás... Nuestro padre se enteró de todo lo sucedido.

- Q-qué?! Mierda...! - maldije entre dientes. Sabía que ese hombre sería capaz de cualquier cosa, y más con Amy.- le hizo algo?!

Emma bajó la cabeza y se secó unas lágrimas.

- Le dió otra paliza... Hace una semana ya... Pero esta vez fué acompañado de algo más... Un trozo de cristal.

- QUÉ?! - grité.

- Si... De la agresividad... Mi padre le dió con el trozo roto de cristal a Amy en el ojo izquierdo... Y le dejó una cicatriz...

- Pero... Ese hombre es un jodido demente!!! - dije, mientras que la rabia corría por mis venas.

- Porfavor, Hanma, calmate...

- Cómo me voy a calmar!!?? Ese desgraciado apenas está en casa, y cuando lo está, hace trizas a su propia hija!!!...

Estaba totalmente roto por dentro. Quería gritar, quería llorar, quería maldecir a ese hombre el cual ellos tenían que llamar "padre", que ni siquiera se merecía ese nombre...

- Hanma... Porfavor... Eres el único que puede lograrlo.

- Hm? - dije confuso.- lograr? El qué?

- Hacerla sonreír. Desde lo que pasó, y más con lo de nuestro padre, no volvió a sonreír, se la pasó en la habitación sola, entre las mantas... Apenas come y apenas dice nada, solamente llora y llora sin parar... - dijo sollozando.- porfavor Hanma... Haz que sea la Amy de siempre...

- Hey, Emma, tranquila, haré lo que pueda, vale? Dame algo de comer, aprovecharé e intentaré darle algo de comer - dije sonriendo, aunque por dentro tenia ganas de llorar.

- Gracias, Shuji-San...

- No es nada, Emma-chan, todo sea por Amy, bien lo sabes.

Después de darme una bandeja con comida, agradecí a Emma por haberme contado lo sucedido, y subí a hurtadillas hasta su cuarto. No iba a decepcionar a Emma.
Quería hacerla feliz
Quería hacer que fuera la Amy de siempre, la cual conocí, con esa sonrisa inocente y su torpeza, la cual me hacía reír.

Toqué delicadamente la puerta al llegar.

- Toc toc! Se puede? - dije delicadamente.

- Oh, Hanma, estás aquí! - dijo Izana con una sonrisa.- te agradezco la bienvenida... Wow, orquídeas? Son sus favoritas.

- Sí, y... Emma ya me contó lo sucedido... - dije entristeciendo levemente la cara.

- Oh eso... No te preocupes, ya pasó hace días.- dijo, para después susurrarme.- la herida ya ha cicatrizado, y se ve bastante mejorada. Gracias nuevamente por venir.

- No es nada, Izana, todo sea por ella.

- Bueno, no te quito más tiempo, estás en tu casa, Hanma! - dijo Izana mientras se iba y nos dejaba a ambos a solas.

Ahora era mi turno... Era mi turno de hacer lo que estaba en mi mano...
Y hacerla feliz de nuevo.