Dᴇ́ᴊᴀᴍᴇ Cᴜʀᴀʀ Tᴜs Cɪᴄᴀᴛʀɪᴄᴇs [Aᴍʏ Sᴀɴᴏ x Tᴀɪᴊᴜ Sʜɪʙᴀ]

CAPÍTULO 19: ¿A Dónde Vamos?

AMY

10:02am, en clases.

Todo estaba tranquilo, recogimos los restos de confeti que había por el suelo y guardamos una enorme pancarta llena de color donde ponía "Bienvenida Amy" antes de que el profesor viniera.

Bueno, más que profesor era nuestro tutor: Daiki.
Él era un buen hombre, siempre que yo necesitaba ayuda me la otorgaba sin poner ninguna queja, es más, el mismo me apoyó cuando Mikey le comentó mi situación familiar.

- Buenos días chicos - dijo Daiki solo entrar por la puerta.

- Buenos días, profesor! - alzamos la voz todos al unísono.

- Bienvenida de nuevo, Amy - me declaró el profesor con una sonrisa.

- Gracias - musité sonriendo.

El profesor posó sus libros y se cruzó de brazos delante de nosotros.

- Ps, yo creo que a Daiki le pasó algo - me susurró Baji, que estaba un asiento delante del mío.

- Uy, tú crees? - le pregunté con curiosidad.- de que me perdí?

- Bueno, enana, honestamente no te perdiste mucho, ya lleva varios días así - me afirmó, para después, sonreirme de esa manera tan especial enseñando sus colmillos.

Baji era una gran persona, recuerdo que el año pasado casi siempre le ayudaba con los deberes. Pasábamos mucho tiempo juntos, y aún los pasamos, en la ToMan.

- Ojo, ojo que nos está mirando fijamente - declaró Kazutora con un tono nervioso.

Kazutora, otro amigo más. Él era algo alocado, y aún en la ToMan lo es. Casi siempre me defendió en las peleas y busca mi bien. Tanto para mí como para los demás miembros.

- Ps, la pandilla del fondo - anunció el profesor señalándonos a mi, a Baji y a Kazutora.

Era extraño.
Por una vez en la vida, no había involucrado a Hanma. Casi siempre todas las riñas iban para él, pero al verlo tan tranquilo me resultó un pequeño milagro.

- S-si? - preguntó Kazutora con un tono más que nervioso.

- Necesito que escuchéis todos con atención. - habló.- cómo bien sabéis, apenas estamos entrando en la época de Noviembre, casi Diciembre, así que, por eso, quiero daros una sorpresa.

- Sorpresa? Qué clase de sorpresa? - mencionó Hinata un tanto animada.

- Una gran excursión a Shibuya! Pero no solo eso, si no que también iremos a visitar grandes monumentos - anunció con una sonrisa.

- Wow! De verdad? - sonrió Akane.

- Así es! Y como sé como sois vosotras, tendréis un gran tiempo libre para visitar los centros comerciales del lugar. - declaró Daiki señalándonos.

- Siii!! - gritamos las 5 chicas a la vez.

- Podremos ir al centro comercial llamado - anunció Senju levantando las manos y despejandolas en forma de arcoíris - Omontesando Hills.

- Siii! Por la vuelta de Amy, compraremos muchos vestidos - prosiguió Yuzuha.

- Y lindos zapatos... - musité, como si estuviera en un gran sueño.

- Esto es un sueño hecho realidad, chicas - anunció Akane, abrazándome por un costado.

- Y nosotros? - dijo Inui con curiosidad.

- Vosotros seréis nuestros guardaespaldas, dos cada una. - anunció Akane.- Amy irá con Hanma y Taiju; Yo contigo y Koko; Senju y Yuzuha con Peh-yan y Kisaki; y Hinata con Kazutora y Baji. - remató, para después, reír a carcajadas.

- Oh nono, ir de compras con vosotras ni hablar - dijeron todos los chicos a la vez.

- Calma calma, no os preocupéis, podemos repartir el tiempo. Los chicos también pueden ir a la sala de bolos y a algún que otro lugar para divertirse - mencionó Daiki.

- VAMOS!!! - celebró Hanma haciendo ese típico gesto del "siuuu" de Cristiano Ronaldo.

- Peeero, con la condición de que me cuidéis a las chicas. - advirtió el profe.

- Ala, cagamos chavales, Valimos madres. - dijo Kokonoi.

- Está bien - dijo Taiju levantándose del asiento. - yo y mis compañeros prometemos cuidar de las chicas.

Tanto yo, como Akane, Senju y Hinata nos quedamos boquiabiertas. Los chicos ya ni te cuento. Miré a Yuzuha y esta sonrió de una manera bastante pícara.

- Está bien, lo haremos. - mencionó Baji.

- Eso, eso! - dijo Kazutora.

Todos los chicos se pusieron de acuerdo y aceptaron la propuesta.

- Y... Cuánto durará la excursión? - dije un tanto interrogante.

- Buena pregunta Amy, como siempre, otorgando las mejores preguntas.

Sonreí ante tal alago.

- Veréis - prosiguió el profesor.- el viaje dura una hora y media, y también comeremos allí, así que seguramente lleguemos sobre las 9 de la noche.

Todos celebramos, ya que sería una gran oportunidad para conocernos unos a otros y actuar como una verdadera familia.

- Y las parejas de autobús? - preguntó Yuzuha levantando la mano.

- Hm... Será por votación. Poned vuestros nombres en este pequeño papel.- dijo dándonos un trozo de papel a cada uno.- y una vez que lo tengáis, colocadlo en esta caja.

Hicimos caso, y después de unos minutos, todos terminamos de poner nuestros nombres en aquella cajita de cartón.

- Chicos! Necesito una mano inocente! - sonrió Daiki mientras que se subía las gafas.

- Yo! - propuso Kisaki.

Este se levantó y todos esperamos con nervios. Yo me ponía a susurrar suposiciones con Baji, Kazutora y Hanma, en verdad no tenía ni idea de lo que fuera a pasar.

- Taiju y... - dijo Kisaki abriendo lentamente el papel.- Yuzuha!

- Bien!! - celebró Yuzuha, mientras que Taiju le acariciaba la cabeza estirando su brazo.

- Ya verás tú - supuso Hanma levantando una ceja.

- Amy Y....

- Ojo, ojo, ojo - advirtió Baji mientras que miraba fijamente a Kisaki.

- Hanma! - gritó Kisaki a lo lejos.

- Yuhuuu!!! - celebramos Hanma y yo mientras que este me frotaba la cabeza con sus nudillos.

- Kokonoi y... Akane!

- Uy esperate a ver - dijo Peh-yan. - miedo me da de lo que vaya a salir ahí.

- Baji y Kazutora!

- VAMONOOOOOS - gritó Baji abrazando a Kazutora, ya que eran mejores amigos desde la infancia, y mios también, claro.

- Peh-yan e Inui!

Para mí sorpresa ambos celebraron. Veo que si que me había perdido muchas cosas desde que yo no estaba.

- Y para finalizar, yo y Hinata. - remató Kisaki.

- Muy bien - Dijo Daiki entregándonos la autorización. - no os olvidéis de traérmela, y tampoco de vuestra pareja de viaje!

- Me pido la ventana! - dijo Hanma con un tono burlón.

- Oh, no, de eso nada! - dije riendo.

En ese momento sonó el timbre, ya habían terminado las clases y era hora de un buen descanso de media hora.