Dᴇ́ᴊᴀᴍᴇ Cᴜʀᴀʀ Tᴜs Cɪᴄᴀᴛʀɪᴄᴇs [Aᴍʏ Sᴀɴᴏ x Tᴀɪᴊᴜ Sʜɪʙᴀ]

CAPÍTULO 44: Contigo Soy Mejor

AMY

Me había quedado algo paralizada ante tales argumentos... No pensé que él fuera tan directo... Aunque yo también lo quería. Miré al frente y puse mis manos en mis rodillas, sentí como me sudaban un poco: No sabía que decir, o que hacer.
Sentí una mirada fija en mi, claramente la de él, esperando una respuesta.
Lo único que hice en ese momento fué girarme para verlo, y le sonreí, sonrojandome y notando como cada esquina de mi rostro se envolvía en un pequeño tono rosado.

- Yo... Puedo decir lo mismo... Taiju... - por fin logré decir, susurrando.

Él había cambiado, y creo que por parte había sido gracias a mi... Debo darle las gracias yo también, así que me acerqué, y le hablé:

- Yo también necesito darte las gracias... Sin ti no habría sabido como seguir adelante... - suspiré y proseguí.- aquella vez... Cuando me abrazaste en el hospital y me dijiste que todo iría bien... Por una parte pensé que era mentira, pero me diste fuerzas... No... - noté como una lágrima resbalaba por mi rostro.- no... Sabría... Como... Reaccionar si... Hanma llegara a...

Senti como quería llorar todavía más. Pensar que casi pierdo a Hanma, mi otra mitad, y mi mayor compañero de aventuras, me hacía perder el control de mis lágrimas, cuando en ese momento, unos cálidos labios se encontraron con los míos, acompañados de un fugaz abrazo que hacía que todo mi cuerpo empezara a sentir un cosquilleo.

Era Taiju. Me había besado... A mi...

El beso siguió, y mis mejillas volvieron a sonrojarse, pero esta vez con más fuerza. Sus labios eran cálidos y se notaba algo de desesperación en ellos, como si hubiera aguantado mucho las ganas de besarme. Llevé una de mis manos a su mejilla y se la acaricié... Todo parecía ir bien...

- Oh, mira Mana! - oí a lo lejos a una pequeña renacuaja linda de Mitsuya.- el tito Taiju y Amy se han dado un beso!

- Que es un beso, Luna? - preguntó ella, ya que aún era pequeñita.

- Verás... Cuando dos personas se quieren mucho mucho mucho, como me dijo el tito Hakkai, ambos juntan ambos labios y se Dan un lindo beso! - explicó Luna, sonriendo y dando pequeños saltitos.

Ambos nos separamos al instante, y vi como Taiju estaba completamente sonrojado ante aquel acto, y más cuando las niñas nos estaban viendo.

Vi como él se levantaba sonriendo, sin venas hinchadas, claro.

- Oh, oh, así que espiando a los mayores, eh? - dijo él riendo.- venid aquí! Os voy a atrapar! - vi como él corría hacía ellas, jugando.

Decidí unirme a ello, corrí hacia ambas niñas y cada uno atrapó una, nos tiramos los 4 en mitad del césped y nos pusimos a hacerles cosquillas.

- Vale vale vale - se rendía Taiju ante las cosquillas de Luna.- mira, ven - dijo haciéndole a ella una seña para hablarle en su oído.

- Que planean, tita Amy? - me preguntó Mana, aún estando en mi regazo, jugueteando con uno de mis pendientes.

- No lo sé, cielo, pero tengo la sensación de que habrá que correr.

Taiju y Luna se levantaron, como si fueran dos militares a punto de dar una orden. Luna agarró a Mana de la mano y yo me quedé sola en mi pequeño terreno de descanso. Taiju levantó el dedo y me señaló.

- Es hora de hacerle cosquillas a Amy! - ordenó Taiju, para que después, los 3 salieran corriendo hacia mi.

Me levanté lo más rápido que pude y corrí por todo el lindo prado lleno de pasto verde. Tenía velocidad, porque veía que los había dejado atrás por unos minutos... Pero... Taiju no estaba con ellas, y vi como Luna tenía una sonrisa un tanto malévola.

- Te tengo! - oí delante de mi, ya que estaba mirando hacia atrás y noté como unos enormes brazos se apoderaba de mi: Era él.

Ambos caímos al suelo y las niñas se tiraron encima de nosotros, empezando a hacerme cosquillas como si la vida les fuera en ello. No podía evitar reír, mis cabellos pelirrojos se esparcian por una gran parte del prado, y mis piernas se movían de manera discontinua pidiendo que pararan.

Me sentía feliz en esos momentos... Aquel beso... Aquel momento, no sé, simplemente era inexplicable, pero me sentía feliz, y eso era lo que importaba. La gente que tenía a mi alrededor estaba sana y salva, todo había sido una pequeña pesadilla por la cual no volveria a pasar.

- Te quiero - volví a oír como esa palabra salia de los labios de Taiju, dándome otro beso fugaz, aunque esta vez corto, pero significativo.

- Yo también te quiero... - le dije, mirándole con mis hermosos ojos amarillentos que parecian brillar como dos pequeños destellos en el cielo.