Epílogo

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6 años más tarde

No es para nada casual que haya un sol tan intenso a pesar de que estemos en verano. El césped tiene un verde tan intenso que jamás recuerdo haberlo visto con tanta brillantez. Apenas hay viento, por lo que las horas pegadas al sol se hacen bastantes fuertes.

Decido levantarme de la tumbona para ir a la piscina, sentándome en el bordillo mientras mis piernas se refrescan con el agua cálida. Sin duda estamos tan acostumbrados al frío habitual de Londres que en el momento en el que hace buen tiempo y suben las temperaturas siento que el calor que hace es completamente asfixiante.

Estoy concentrada en el movimiento de mis pies sobre el agua, como la luz del sol se refleja en este. No pienso en nada, simplemente me encuentro hipnotizada por los colores hasta que unas pequeñas manos se apoyan por detrás de mi espalda.

—Mmmm quien se estará escondiendo de mí— murmuro en voz alta mientras mis manos van a detrás de mis espaldas y empiezo a hacer cosquillas.

—Ah, ¡Para! ¡Para! ¡Mami para!

Me giro y observo el rostro sonriente de Alai.

—¿Te estabas escondiendo de mí?— digo cogiendo su pequeño cuerpo.

Envuelvo mi brazo rodeando el cuerpo de mi hija hasta que se sienta sobre mis piernas. No puedo evitar quedar hipnotizada por el rostro tan hermoso de mi hija de casi 4 años, con unos ojos azules como su tío y como los míos y un cabello dorado.

Mientras que con una mano sujeto su cuerpo con la otra recojo un poco de agua hasta mojarla en sus piernas. La escucho quejarse y se pone de pie encima mía.

—¡No! ¡No!

—Si,si— digo contradiciendo sus quejas.

Una peculiaridad de mi hija es que la mitad de lo que dice es gritando a pleno pulmón. Eso de seguro que lo ha sacado de alguna de sus dos tías y me atrevería a decir específicamente de Verónica.

—Hace mucho calor, no puedes estar tanto tiempo al sol Alai.

—¡No!

Genial es cabezota por sí sola.

—Mamá— me giro al escuchar otra voz no tan infantil — ¿Podemos meternos todos juntos en la piscina?

Quien me diría hace años que sería capaz de ver a mi hijo Asher delante mía con una sonrisa en su rostro disfrutando de su niñez sin temores ni miedos.

—Claro, solo déjame que coja las cosas para tu hermana.

Me levanto sujetando a Alai con uno de mis brazos.

—Ya lo cogí— me dice mostrando los manguitos de su hermana en sus manos.

—Gracias Asher— digo plantándole un beso en su frente.

Me agacho y dejo a Alai en mis piernas. Asher me ayuda a inflar los manguitos y Alai hace ese intento aunque realmente incordia más que ayudar.

—Alai si no te quedes quieta no nos podemos bañar— le regaña Asher haciendo que una sonrisa salga de mi rostro.

—¡No!— le responde mi hija tirando el manguito por el aire.

Junto con Asher ponemos los manguitos a Alai con mucha paciencia, cuando ella está lista caminamos hacia la piscina con cuidado, ella se sujeta con una mano mía y otra con la de su hermano. Al llegar a las escaleras, yo soy la primera en meterme para ayudar a Alai aunque esta según tiene los dos pies bajo el agua salta hacia mí.

—Agh ¡No! ¡Fría mami!

Asher se mete sin problema poco a poco, cojo uno de los churros que hay en uno de los bordes de la piscina y se lo doy.

—Gracias mami.

Pasamos los minutos bañándonos en la piscina, disfrutando del buen tiempo que hace en el día de hoy. Cuando noto que comienzan a estar agotados de nadar, de salpicarse entre sí y de tirarse a la piscina comenzamos a salir.

Quito los manguitos de los brazos de Alai y los dejo en el borde de la piscina para recogerlos más tarde. Asher camina a mi lado y cuando estamos donde las tumbonas se arropa con su toalla mientras yo me siento y hago lo mismo con Alai.

—Mami ¿Cuándo vendrá papá?

—Papá tenía que hablar con los tíos para una cosa del trabajo, cuando terminé vendrá a casa.

—¿Y por qué no has ido con ellos?— con Asher debo de morderme la lengua porque debo de admitir que es muy curioso, y eso solo se debe a una persona y soy yo misma.

—Porque quería pasar más tiempo con vosotros, no quería trabajar. ¿Alguna queja?—le pregunto alzando una ceja.

—No, solo quiero que papá este aquí. ¿La próxima vez podemos ir y jugar con el tío Hunt y Jack?

—Por supuesto— le respondo con una sonrisa.

—¡Papa!— grita mi hija dejándome casi sorda.

Alai comienza a revolucionarse encima mío y Asher desaparece de mi vista hasta llegar al gran ventanal del salón, donde Kaiden aparece agachado esperándole.

Me levanto intentando calmar a mi hija que al parecer tiene un gran favoritismo porque conmigo ni de lejos se pone de esta forma cuando llego a casa de trabajar.

Kaiden alza a Asher con quien mantiene una gran conversación, pues a ambos se les contagia una sonrisa en sus rostros.

Al llegar a ellos, mi vista se adentra en un inmenso bosque en el cual soy capaz de perderme cada vez que me mira. Sus labios impactan con los míos y mi cuerpo pide a gritos que no aleje sus labios de los míos y que se adentre más, pero el tirón de pelo de mi hija nubla al completo esos pensamientos no tan infantiles.

—¿Qué tal la reunión?— pregunto para saber si la nueva forma de trabajo que se nos ocurrió a los dos le parece bien a Hunt y a Jackson.

—Genial, empezaran a ordenar a los hombres a partir de mañana de comenzar las tareas con el nuevo operativo.

—Eso si que son buenas noticias— sonrió—¿También fue Verónica?

Asiente con el rostro

—Al parecer esos dos son inseparables.

—Como nosotros—añade.

Y tiene la razón. Lo nuestro no comenzó con una historia de amor simple, sino que comenzó a forjarse desde la misma oscuridad, haciéndose cada vez más fuerte con cada golpe que recibíamos y el sacrificio que nos supuso. Esa oscuridad que en un primer momento me consumía, llegó a transformarse en mi deseo oscuro. Mostrándome que de toda oscuridad se puede salir victorioso. Y mi vida, es una prueba de ello.

Porque de toda oscuridad siempre hay una pequeña luz que brilla, aunque nosotros no seamos capaces de verla, ahí está ella brillando al máximo. Lo único que hay que hacer es luchar por llegar, aunque eso implique mucho sufrimiento y sacrificio. Porque lo importante es salir de esa oscuridad, y conseguirlo nos hará ser victoriosos y más fuertes que nunca.

Fin

Fin

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Deseo OscuroWhere stories live. Discover now