Capítulo 18

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Kaiden

—Al armario. Ahora— la orden sale sola de mis labios y mi brazo señala el armario que hay en la esquina.

Blair se mueve directa al armario el cual tiene baldas con algunas fotografías y archivadores. En la parte de abajo hay dos puertas, según las abre observo que está lleno de archivadores.

Verónica, quien se encuentra a mi lado lo observa y va corriendo hacia Blair comenzando a sacar las carpetas de allí para que ella pueda meterse. El sonido del timbre se escucha perfectamente y sé que estamos jodidos, corro hasta ellas y saco sin importar desordenadar todo lo que Rebeca tiene guardado.

Entre los tres lo vaciamos rápidamente y Blair se mete adentro, Verónica lleva todas las carpetas juntas y nos quedamos los dos solos en el despacho mirándonos fijamente.

Por mi mente pasan miles de pensamientos sobre ella, pero no es el lugar ni el momento para intentar recuperar esa amistad que tenía con mi hermana pequeña.

El sonido de una puerta cerrarse hace que desvíe la vista de mi hermana con la intención de irme al salón, pero no sin antes darme la vuelta y observar el armario en un vago intento como si pudiese verla tras las puertas.

Verónica se queda parada allí en medio del despacho y yo me acerco a la salida, abro la puerta y cuando lo hago quedo completamente estático.

—Que haces aquí Alexander— sostengo la mirada a mi hermano quien me mira con un rostro completamente neutro.

Da un paso al frente sin importarle empujarme, entra al centro de la sala y se para justo donde Verónica se encuentra.

—¿Charla de hermanos?— dice en voz alta mirándola. A pesar de que me esté dando la espalda puedo imaginarmelo mirándola con esa pequeña risa que porta siempre.

—Sí, cosa que al parecer a ti te cuesta bastante— las palabras de Vero son directas pero a pesar de que a él le guste no enrollarse en absoluto no van a hacer que ablanden un corazón oscuro y apenas inexistente.

—Es diferente intentar e importar.

Ante sus palabras un silencio inunda la sala, pero no por mucho tiempo porque de nuevo la puerta del despacho se abre y observo a Rebeca quien nada más entrar mueve su mirada por todo el espacio hasta que finalmente se queda mirándome.

Se que ha entrado preocupada de si Alexander nos había pillado, pero no ha sido el caso y ella ha sabido esconder a la perfección al ver que Blair no está aquí visible.

— No tenía en mente una reunión familiar— escucho decir a Alexander con una tonalidad de burla.

Doy la espalda a Rebeca quien escucho sus pasos hasta llegar a mí y los tres miramos a Alexander, quien se apoya sobre la mesa del escritorio encarándonos de frente.

—No te tenía por una persona desordenada Rebeca— la habla mirando de refilón el caos que hemos organizado Vero y yo.

Mierda.

— Me han pillado organizado, pero ¿has venido aquí a observar como tengo la casa o a qué narices has venido?

—Tan directas como siempre— le escucho murmurar desde mi posición— Tengo una duda ¿Qué ha cambiado?— pregunta mirándonos a los tres— Me gustaría saber qué ha cambiado para encontrarme aquí al trío unido, hace un mes no hablabaís ¿Y ahora sí?

—Lo que hagamos no es de tu incumbencia— Verónica le responde sin miedo alguno.

Se puede enfadar todo lo que quiera con ellas, pero sé de un límite suyo y es que jamás las pondría una mano encima. Y no es porque Alexander tenga la regla de que no pega a mujeres porque lo hace y Blair es la prueba de ello, sino que lo hace por el respeto a la familia.

Deseo OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora