Capítulo 38

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Blair


Mi vista se fija en Kaiden quien ahora es sujetado por dos hombres mientras que él se encuentra tirado en el suelo. Su mirada no se encuentra puesta fija en mí, sino que va más allá. Al parecer ahora es incapaz de poder verme la cara.

La persona que tengo detrás presiona con más fuerza el arma fría sobre mi nuca poniendo todos mis sentidos en alerta.

—El arma abajo Blair— mi cuerpo se congela al escuchar esas palabras provenir de mis espaldas.

Esa voz es familiar, demasiado familiar. El pánico comienza a recorrer mi cuerpo siento como un sudor frío recorre mi nuca mientras que mi vista no se despega de Kaiden. Sus ojos para mi sorpresa se mueven hasta llegar a los míos.

Veo como estos deslumbran por preocupación y como los rasgos de su cuerpo se encuentran en un estado entre tensión y flexibilidad.

—Ahora— vuelve a repetirme.

Su voz se repite una y otra vez en mi mente viniendose una sola imagen a mi mente. No puede ser.

Mi mano con el arma comienza a descender pero la presión sobre mi nuca se mantiene. Cuando mi mano se encuentra al lado de mi cuerpo siento un hormigueo al sentir el tacto de la persona de atrás sobre el agarre de mi mano.

Giro mi cuerpo agarrando el arma y moviéndolo firmemente hasta la altura de mi estómago. Unas manos aprisionan mi muñeca y siento que el aire deja de existir a mi alrededor cuando mi rostro se alza observando a la persona que sostenía el arma.

—Imposible— murmuro en voz alta mientras inspecciono el rostro que tengo ante mis ojos pensando que es fruto de mi imaginación.

—Baja el arma Blair— me habla en un tono firme y oscuro que jamás había escuchado.

—Porque Caleb— es lo único que soy capaz de decir sin dejar de sentir como mi cabeza deja de funcionar.

Me duele. Me duele muchísimo. Pero sé que no soy la única con este dolor por la traición. Me puedo imaginar a mi primo y a Jackson quienes realmente lo creían como un amigo, con el corazón roto ante lo que veo con mis propios ojos.

—No tengo todo el día Blair. Tenemos que irnos así que no te hagas derogar — la pasividad de sus palabras me deja completamente atónica.

—Ellos te veían como amigos— susurro aún sintiéndome en un estado de shock sin poder procesar esto.

—El arma Blair, no me hagas perder el tiempo.

¿Cuáles son mis opciones aquí? Todas las escapatorias solo provocarán que salga perdiendo. ¿Le disparo? Sus hombres me disparan ¿Salir de su agarre? Una locura porque habrá más hombres fuera y lo único que podría conseguir es que alguno me pegase un tiro en las piernas para que no pueda huir. Y la verdad todas las opciones que pasan por mi cabeza lo úinco que consiguen es que la situación empeore.

Mis dedos comienzan a aflojar el agarre sobre el arma sosteniéndose entre mi estómago y el de Caleb, dejando que el aire corra entre nosotros.

Escucho el sonido de unos pasos pero mi mente los bloquea porque me encuentro sumergida estudiando el rostro de la persona que pensé que era mi amigo, la persona a quien confié la seguridad de mi hijo. Pero lo único que soy capaz de decirme a mí misma fue lo estúpida que fuí.

Intento no imaginar como estarán los chicos si lo saben ahora, porque si yo estoy herida no me quiero imaginar cómo se encontraran ante un corazón roto.

La presión de dos manos sobre ambos brazos hace que vuelva a la tierra, me doy cuenta de que dos hombres me agarran pero no me mueven de mi posición. Caleb se acerca a mí con un estilo de superioridad que lo único que hace es que la repugnancia comience a invadirme.

Deseo OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora