Capítulo 43

533 73 0
                                    

Blair

—¡Podrías parar de una vez!

Los pasos de Jackson se frenan cuando me escucha elevar la voz, su mirada lucía con un rostro de preocupación pero ahora observo como la inexpresión se expande por este.

—¿Qué narices te pasa?— pregunto sin entender su comportamiento.

Nos encontramos en el salón, Hunt se ha ido a solucionar unas cosas con uno de los hombres y me ha dejado a mí sola junto con Jackson. Su regla principal era no estar de pie más de lo necesario, según ambos debo de permanecer sentada y sin moverme mientras esperamos a Rebeca y a Verónica.

El hecho de estar sentada me tiene completamente agotada pues mi cuerpo me pide a gritos que me mueva, en cambio estos dos me obligan a quedarme sentada como una estatua. Entre las ganas que tengo de moverme y el hecho de ver a Jackson dando vueltas por el salón como si fuese un mono, lo único que consigue es ponerme aún más negra.

—A mi nada— hace el intento de responder desde una forma natural, pero lo que no tiene en cuenta es que le conozco y sé que sus palabras y el tono de desinterés con el que ha hablado es completamente falso.

Escucho unos pasos haciéndome levantarme de una vez del sofá, comienzo a moverme y veo por el pasillo como Rebeca y Verónica se acercan hasta donde estamos acompañadas de Lia. Me giro y la sorpresa me invade cuando veo a Jackson quien no se ha movido de ningún ni un metro de donde estaba. Su postura se encuentra tensa y rígida. ¿Qué bicho le ha picado ahora?

Vuelvo mi atención a las chicas y me doy cuenta del rostro que ambas portan completamente descompuesto. Lia me mira asintiendo con su rostro y se da media vuelta dejándonos a solas.

Observar sus rostros solo me hace recordar las palabras de ayer cuando hablamos los tres sobre esto. Tengo que tener en cuenta que a pesar de todo debo de estar en alerta.

—¿Qué sucede?— habla Rebeca con un tono calmado a pesar de que realmente no se siente así.

—Es mejor si nos sentamos.

Las doy la espalda mientras me dirijo hacia el sofá, El idiota de Jackson sigue parado como una estatua y no es hasta que le empujo en el abdomen con ambas manos que reacciona y se sienta.

—Te ves pálida— dice Verónica— ¿Estás bien?

—Si estoy bien— intento desviar la conversación de mí porque necesito saber lo que saben o no de lo sucedido y hasta qué punto llega su inocencia— Fuisteis vosotras quienes llamasteis a Hunt ¿Para que queríais?

—Intentamos hablar con Kaiden, no nos contestaba y como es muy raro que tarde tanto en contestarnos nos fuimos a su casa.

Mierda. Se encontraron con todo.

Los ojos de Verónica comienzan a brillar a causa de las lágrimas que de forma notoria intenta retener.

—No está Blair— dice esto en un susurro— Ha desaparecido y la casa estaba completamente destrozada, estanterías, cajones, todo está tirado por el suelo y su teléfono está allí.

—Te llamamos— interrumpe Rebeca a su hermana viendo el dolor que hay en ella cada vez que habla— varias veces de hecho y tampoco cogías el teléfono. Ninguno de los dos daba señales con vida así que acabamos llamando a Hunt.

—Si puedo preguntar— intento buscar una forma de ser sutil para hacer mi pregunta— Parece que necesitabais hablar con Kaiden de forma apresurada ¿Puedo saber porque?

—Es una cosa de nuestro padre.

La respuesta de Rebeca lo dice en un tono intentando no darle importancia, pero para nosotros no pasa por desapercibido. No quiero girarme a mirar a Jackson, pero el impulso que hay en mi interior para saber si piensa lo mismo que yo es difícil de controlar.

Deseo OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora