Capítulo 30

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Blair

¿Seré una persona indecisa? ¿Insegura? ¿Irresponsable? ¿Buena madre?

No lo sé, lo único que tengo claro es que mi cabeza y mi corazón están hechos un lío. Y si ni yo misma puedo aclarar ahora mis pensamientos, no me quiero ni imaginar como me las voy a componer para explicar todo lo que ha sucedido esta misma tarde a todo el mundo.

Joder, ¿Porque todo tiene que ser tan complicado?

Estoy ya en el coche camino a casa y más me vale tener en mente como narices comenzar a explicar mi decisión y lo que ha pasado. Sé que algunos me apoyaran, pero tengo una preocupación especialmente por una sola persona.

Le hice una sola y única promesa y durante todo este tiempo él ha estado molesto porque sabía que la estaba incumpliendo. Él ha sido capaz de averiguar algo que mi cabeza no tenía la capacidad de descifrar.

¿Me arrepiento de haber dejado a Asher? No, en absoluto. Siento un ápice de nostalgia porque siempre que le tengo lejos de mí, algo dentro de mí se marchita. Pero no tengo de que preocuparme, sé que estará más que bien cuidado, a lo mejor le podrán malcriar mal, pero eso dentro de lo que cabe no es nada malo.

El camino se me pasa muy rápido, y cuando menos me lo espero ya nos encontramos entrando por las puertas de la mansión y aparcando el coche.

Me bajo de este y me despido del conductor.

¿Estoy nerviosa? Sí Voy a decirle una verdad a la cara a un amigo el cual le prometí algo, definitivamente eso me hace ser la peor amiga del mundo. Pero sucedió algo que yo no pude remediar y es una tontería luchar contra algo así.

Abro la puerta de la casa y no veo a nadie, pero el aroma a comida me hace saber que alguien está en la cocina. Con cada paso me doy, me acerco más y puedo escuchar el sonido de la televisión, al llegar me encuentro a Lia completamente concentrada en los fogones.

—Hola.

Solo quería saludar y preguntarla que tal, pero lo único que me gano es un grito y verla a ella sobresaltarse.Se gira y su mirada cambia de susto a alivio, se lleva una mano en el pecho y cierra los ojos mientras deja expulsar un suspiro de entre sus labios.

—¡Santa madre! Por dios que manía tiene la gente en esta casa con moverse de manera tan sigilosa. Ni que fuerais ninjas.

No puedo evitar sonreír ante sus palabras. El ruido de unos pasos apresurados hace que la de las espaldas para mirar al marco de la puerta.

—¿Qué pasa?— un nudo se me forma en mi garganta al ver a Jackson entrar agitado.

Aún no estaba preparada para poder verle, pues con solo sentir su presencia la culpabilidad comienza a correr por mis venas. Solo quería un par de minutos más para organizar mi propia cabeza antes de liar la de los demás.

—¡Lo que me pasa es que tenéis que dejar de no hacer ruido!— la miro perpleja al ver como nos señala a los dos con un cuchillo entre sus manos.

—Tampoco hay que ponerse tan agresivos— veo por el refilón de mi vista a Jackson responder mientras mira el cuchillo que hay entre sus manos.

Veo como los labios de Lia comienzan a moverse, pero tal es el susurro que suelta de entre ellos que soy incapaz de escucharla con claridad, de seguro que nos está maldiciendo por lo bajo. Nos da la espalda para dejar el cuchillo al lado de las verduras que estaba cortando.

—La próxima vez no sé, mover la puerta ¡Pero hacer algún tipo de ruido antes de saludarme de esa forma! Al final moriré por vuestra culpa ¡quedáis advertidos! Luego no quiero disgustos.

Deseo OscuroNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ