Jäger

6.9K 384 116
                                    


-¡Aquí están! ¡Las tropas de la Legión de Reconocimiento!

-Acaben con esos titanes, Erwin-Danchō!

-¡Ustedes pueden!

Ah, lo bueno de ser anónima. No estabas segura de ser capaz de soportar la carga que conllevaba ser una figura aclamada por los civiles o ser considerada una heroína por ellos. Ni siquiera en la Legión eras demasiado conocida, e incluso cuando muchos soldados sabían que eras la mujer del Líder de los Soldados Levi, procurabas mantenerte al margen, hacer solo lo que tenías que hacer y no caer bajo la sombra de ese titulo. Que tuvieses una relación "formal" con él no te daba ningún merito ni lujo como soldado, todo lo que tenías lo habías obtenido por tu propio esfuerzo y nunca habías aspirado a tener fama o reconocimiento por ello.

Notaste la presencia de algunos uniformados entre la multitud que siempre se acumulaba antes de sus partidas, jóvenes cadetes que los observaban pasar. Un trío de tres cadetes en particular que probablemente estarían próximos a graduarse llamó tu atención por unos segundos, pero giraste el rostro en la misma dirección que ellos cuando escuchaste la típica frase que siempre resonaba en cada expedición:

-¡Mira, ese es Levi-Heichō!

Miraste hacia tu derecha. Montados en sus caballos Levi y Hans cabalgaban silenciosos cerca de ti, Hange sonreía serena, pero Levi miraba hacia la multitud a tu lado como si estuviese hastiado, escuchando los vitoreos con su nombre entre la multitud. 

-¡Dicen que vale más que toda una tropa de soldados!

-Tch. Que se calle de una vez.- Lo escuchaste gruñir. Hans y tu intentaron aguantar la risa, siempre decía lo mismo, en cada salida había alguien que gritaba exactamente esa misma frase y el parecía enojarse tanto, poniendo esa cara de niño malhumorado.

-La gente no se pondría así si supieran que eres un maníaco de la limpieza.- Se burló tu ex-Capitana con una sonrisa mientras cabalgaba a su izquierda, recibiendo un bufido ausente como respuesta.

-Deberíamos decirles a las personas que dejas un rastro de titanes y un rico aroma a flores por donde pasa.- Susurraste bajito, pero ambos fueron capaces de escucharte, la cientifica partiéndose de risa mientras Levi se giraba a verte con esa expresión gélida que siempre tenía. Oh, oh.

-Voy a enseñarte disciplina de la "otra manera" cuando regresemos si continuas jodiendo.- Sus ojos se entrecerraron y un rayo surcó sus ojos cuando notó como te ruborizabas al comprender lo oculto tras sus palabras, recordando lo que había pasado apenas la noche anterior en su habitación. ¡Enano pervertido, violento e insaciable! 

Intentando salvar tu dignidad -ya que habías perdido un poco con él y otro poco al ver que Hans también lograba escuchar eso y se partía aun mas de risa- bufaste un "Hmpt" y apartaste el rostro lejos de ambos, alzando la barbilla mientras cruzaban la calle principal de Trost, manteniéndote en silencio por el resto del trayecto mientras él amenazaba a su compañera con darle otro baño con cloro para detener sus risas.

Fue la hora de organizarse antes de salir de los muros entonces, tú debías reunirte con tu escuadrón. Mientras se detenían frente a la puerta aun cerrada, te giraste en dirección a donde debían estar tus cuatro nuevos subordinados. Esa sería su segunda expedición juntos y debías reunirte con ellos en el segundo flanco hacia la izquierda, un escuadrón de distancia entre Levi y tu.

-Yo ya debo irme.- Te giraste hacia ellos, obteniendo su atención. -Tal vez hoy consigamos un par de buenos ejemplares para tus investigaciones, Hans. Buena suerte para ambos.- Le sonreíste, haciendo que sus ojos brillaran con la ilusión de una niña de ocho años mientras tú dirigías a Snow White hacia atrás.

Roulette Of MemoriesWhere stories live. Discover now