Capítulo 9:

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"Sentimientos rompederos de corazón, ingratos e injustos, que se creen ilusorios más no ignorados"





Al aparecer nuevamente dentro de aquella mansión, la mirada de Taehyung barrió completamente la sala de estar y la detuvo al ubicar las dos figuras que se encontraban sentadas en el sofá. Jin y Namjoon estaban allí.

Soltó el aire de forma pesada. Era algo lógico que él mismo se encontrará en contradicción con sus sentimientos, y es que encontrar las palabras correctas para explicarse en esos instantes era: División. Su contentar por el hecho de que Jungkook lo haya salvado de Baek, pero con corazón afligido por estar de vuelta allí.

Jin corre hacia Taehyung en cuanto levanta la mirada y lo ve.

-¡Que felicidad de que estés bien! - Lo envuelve en un cálido abrazo -Nos has dado un buen susto.

-No vuelvas a hacerlo - Le recrimina Namjoon levantándose del sofá sin intención de acercársele -Sabes que es peligroso.

No le dio tiempo de responder, en cuanto siente a Jin tomarlo de la mano y a arrastrarlo hacia el estudio más cercano. Taehyung se queda anonado por unos minutos por tal accionar, pero luego se recompone y le sigue los pasos atenta y tranquilamente.

Más su tranquilidad se vio alterada al sentir unas pisadas detrás de ellos y de las cuales, increíblemente, sabía de quién se trataban. Es él. Una pequeña sonrisa involuntaria se instaló en su rostro, haciendo que se impactara con fuerza por la involuntariedad de su cuerpo.

Algo en él pareció reconocer que la presencia de Jungkook le cubría de pleno calor cálido, que las heridas y malestares eran envueltos por una abrasadora iluminación que le brinda sosiego y sanación. Se sintió cautivado de percibir tal magnificencia. Más, muy en su interior, una voz le pedía cautela.

Al llegar a la puerta correspondiente, y adentrarse en aquella gran sala, Taehyung divisa que la mesa está condicionada para tomar el té.

-Gracias Jin - Le agradece con una sonrisa una vez que el mayor le alcanza una taza con el líquido dentro. Sin embargo, rápida e inevitablemente dirige su mirada hacia Jungkook, quien se encontraba de pie de brazos cruzados a la altura de su pecho mientras su hombro derecho se encuentra apoyado en el marco de la puerta. Mentiría si por su cuerpo no le recorrió un leve escalofrío cuando los orbes del demonio comenzaban a observarlos fríos e inexpresivos. De hito a hito pasaba entre Taehyung y Jin.

-No entiendes la gravedad de tu situación - La voz de Jungkook sonaba reprimida e impaciente en un falso intento de controlarse y no vociferar -Hay muchos peligros afuera. Especialmente para ti - Lo observa con desdén. Taehyung abre la boca con intención de replicarle, pero el pelirrojo vuelve a hablar sin darle tiempo a su interrupción -Debes encontrar la manera de estar cómodo aquí, al menos hasta que no corras ningún riesgo al marcharte.

Al menos en un futuro podré irme.

-¿Qué te haría sentir más cómodo? - Pregunta Jin luego de permanecer en silencio todo ese tiempo.

-No lo sé... echo de menos a mi mejor amigo - Jungkook apretó los labios y asintió. Quería ayudarlo a sentirse más confortable, pues de cierta manera, él tenía la culpa de la separación entre los amigos. Era consciente de ello. Quizá demasiado -Pero no te preocupes - Añadió Taehyung sintiéndose estúpido por tratar de animar al demonio cuando le vio su rostro contraído -Estoy bien.

-Déjame traerlo para ti, glykiá mou (Cariño) - Dijo Jungkook con tono decidido.

Eleva sus manos hasta la altura de su cabeza y lleva los dedos índice y medio hacia su sien, a la vez que cierra sus ojos. Sus labios comenzaron a moverse y con una voz inaudible, pronunciaba vocablos en una lengua singular. En poco segundos brota una neblina densa que inunda por completo el inferior de la habitación. Al momento en que sus manos comienzan a separarse y descender de manera lenta y pausada, toda aquella nube de humo se disipa, dejando ver claramente la figura de Jimin.

-¡Jimin! - Taehyung corrió hacia él y lo envolvió con sus brazos fuertemente. Sentía que en cualquier momento lloraría.

-¿Taehyung? ¡Oh dios mío! ¡Hemos estado muy preocupados por ti!

-Estoy bien - Asintió con una sonrisa ignorando el nudo que se formó en su garganta.

-¡Te hemos estado buscando por todas partes! Y no sabes el miedo que hemos pasado... incluso he visto a Jackson llorar - Tratándose de Jackson me lo creo.

-¿Quién es Jackson? - Pregunta Jungkook frunciendo el ceño.

-Un amigo del internado - Le responde el castaño -¿Por qué? - Inquirió saber. La intriga y necesidad crecían en sus entrañas tras la pregunta repentina de Jungkook, más el sentimiento de querer alejarse palpitaba en su mente y el reparo de ser incapaz de retirar su atención de aquel nuevo descubrimiento, lo mortificaba.

-Por nada - Su visión se percata de todo rastro de seriedad que se reflejaba en el rostro ajeno y su conciencia batallaba por el tono frío y filoso que utilizó.

Siquiera se percató de la mirada sin comprensión que en Jimin yacía por su alrededor -¿Dónde estoy? ¿Cómo he llegado aquí?

-Es una larga historia. Te lo contaré todo luego - La claridad llegó a su mente cuando recordó que aún no los había presentado -Mimi, estos son mis nuevos... amigos - Señala a Jungkook -Él es el dueño de la casa, Jungkook.

-Encantado de conocerte. Tienes una casa preciosa - Le sonríe Jimin.

Muy lejano en aquel mar de negruzco oleaje, se obligó a ahogar el ardor que reparó advertir a quién era dirigida la sonrisa de su mejor amigo. Así que, sin más, y deliberadamente, interrumpe sin permitir que Jungkook responda.

-Y ellos dos son Jin y Namjoon - Jimin ajeno a todo, les da la mano.

-Es genial estar aquí, aunque no sé exactamente cómo ha sucedido.

-¿Quieres un poco de té? - Le ofrece Taehyung.

-Me encantaría - Asiente -Aunque necesito orientarme, me siento bastante confundido.

-Vayamos a la habitación - Taehyung procede a servir la infusión en dos tazas diferentes para ambos y una vez colocadas en una bandeja, la toma y se despiden de los chicos.

Se encaminan hacia la habitación y una vez tumbados en la cama, el castaño le comienza a relatar la historia con el mínimo detalle de todo lo que había estado viviendo desde que perdieron el contacto aquel día.

-¡Es una locura! ¿Cómo es que nunca has sabido qué tenías tal habilidad?

-Nunca antes había intentado invocar a un demonio - Responde Taehyung en tono divertido y burlón. Los dos comenzaron a reírse luego de eso.

-Ya, ya, pero esta habitación que te ha dado es increíble - Dice embelesado.

-Sí, todo es muy bonito - Le dice sonriendo -Aunque sigue siendo una prisión. No puedo quedarme aquí.

-Pero fuera de esta mansión estás en peligro, Taehyung. Creo que deberías quedarte aquí.

El menor frunce el ceño estupefacto ¿Qué carajos? Jimin nunca diría algo así. Él más bien es un espíritu libre, aventurero y despreocupado. Su mirada de incredulidad quedó congelada en el rostro del contrario ¿Será un hechizo de Jungkook? ¿Es el verdadero Jimin? 

Sacude la cabeza tratando de quitar esos pensamientos de su mente. ¡No! No quiero pensar así de él. Su mente ya de por sí era un completo caos que no puede procesar absolutamente nada de lo que está pasando. Pero también necesito estar atento para protegerme.

-¿Qué pasa Taehyung? Pareces disgustado - No quería hacer comentarios al respecto de lo que rondaba en sus pensamientos precipitados. Primero analizaría la situación.

-No, no es nada. Solo estaba pensando que estás empezando a sonar un poco como Minjae - Taehyung le sonríe falsamente y Jimin parece creerle porque se ríe sin notarlo.

-He estado pasando demasiado tiempo con él desde que te fuiste.

Seducción Perversa. // -KOOKV-Where stories live. Discover now