• CONTRATO CON EL CEO MIN • | ~Y.M. ~|

25.-🖋️

Nunca más voy a irme

-Si las miradas mataran, esos dos ya tendrían las lápidas hechas y todo -susurró el abuelo en el oído de Jimin y los dos se rieron.

-No digas eso. Bas es muy importante para mí, y Yoongi es el padre de Mar, así que no les quedará más remedio que llevarse bien.

Bae y Yoongi estaban en lados opuestos del salón, matándose con los ojos porque en la realidad era ilegal, pero era demasiado evidente que "llevarse bien" no estaba entre sus prioridades.

Yoongi se dirigió a ellos y cargó a la pequeña Mar, que enseguida se emocionó con el avioncito, el astronauta y todos los mimos que le hizo su papá.

Bae se excusó cuando una asistente tocó a la puerta y le hizo una señal a Jimin.

-Tengo algo que resolver -le dijo el menor al abuelo y a Yoongi-. ¿Pueden quedarse con Mar?

A Yoongi se le iluminó el rostro y el abuelo casi saltaba de la alegría.

-¿Podemos llevarla a tomar helado?

-Sí, pero solo uno -accedió Jimin con suavidad.

-¿Qué sabor le gusta? -preguntó Yoongi y el menor se encogió de hombros con una sonrisa maliciosa.

-Descúbrelo.

Apenas se quedaron solos cuando Yoongi hizo un gesto de la victoria y un bailecito chulo con su hija en brazos.

-¿Viste, cariño? ¡Tu Papi me está molestando! ¡Ahora solo tenemos que conseguir que me diga "niño bonito" otra vez! -exclamó emocionado. El día que tu Papi me diga "niño bonito" de nuevo, voy a ser el hombre más feliz del mundo.

-Pues vas a tener que aplicarte, porque para tu desgracia, Jimin ya no está enojado contigo -suspiró el abuelo mientras se cruzaba de brazos, desanimado.

-¿Y eso qué tiene de malo? --lo increpó Yoongi-. Es bueno que no esté enojado, ¿no?

-No, hijo, no seas bruto. Cuando un chico esta enojado todavía se puede hacer algo, pero cuando un  chico está cansado, ya es tarde - le dijo con sabiduría-. Y Jimin está cansado, se le nota en la voz. Asumió lo que pasó entre ustedes, te deja estar con tu hija porque es un niño de buen corazón... pero está cansado. Se acostumbró a levantarse solo, a estar sin ti... los dramas de tu vida ya no le interesan.

Yoongi sintió que las alas del corazón se le caían, sobre todo porque recordaba la necesidad con que él lo había besado hacía unos días, y que el ni siquiera había respondido a ese beso.

-Abuelo...

-Lo siento, muchacho, pero creo que esa chispa ya murió -sentenció el abuelo-. Si juegas bien tus cartas podrás tener un gran amigo en el padre de tu hija, pero no creo que pase de ahí.

Yoongi abrazó a Mar, con aquella desesperanza latiendo en su corazón. No podía ser, él lo amaba, algo tenía que hacer para reconquistarlo. ¡No iba a dejar las cosas así!

-¡Pues ya veremos! ¡Porque si alguien sabe cómo enojar a ese niño, te apuesto que soy yo! -gruñó con determinación mientras caminaba hacia la puerta y el abuelo rio por lo bajo.

Pasaron frente a las oficinas principales para salir y algo llamó la atención del señor Janghyuk, que tomó uno de los volantes impresos.

Fueron a una heladería cercana, Yoongi pidió de todos los sabores y Mar le untó de todos los sabores porque ninguno le gustaba, hasta que por fin dio con el preferido de la nena, cereza con chispitas.