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    Una solución desesperada.

Yoongi negó con vehemencia. Jamás habí a pensado en el matrimonio como un asunto que tuviera ninguna cabida en su vida. Por desgracia sus padres no habían sido personas particularmente amorosas, y Yoongi había presenciado demasiadas disputas domésticas como para saber que eso no era lo suyo.

-¡Ese es un recurso muy desesperado! -siseó mientras se metía las manos en los bolsillos.

-Dijiste que quieres salvar tu empresa ¿no?-replicó Namjoon-. Pues esta es la forma: Te casas, consigues una visa permanente, te quedas aquí, salvas tu empresa y sigues con tu vida.

—La alternativa también es simple —lo apoyó el señor Min-: No te casas, te deportan, te arruinas, y te matas trabajando los siguientes diez años para no lograr ni un tercio en EU de lo que has logrado aquí... Como yo lo veo, tienes que ser idiota para no querer dar el "sí".

Yoongi bufó con frustración.

-Déjame pensarlo pidió.

-Está bien, pero no lo pienses mucho, porque no nos sobra el tiempo -sentenció el abogado antes de recoger su maleta y salir de la oficina.

-Yo te doy dos días -le dijo su abuelo -. Si en dos días no te dejas ayudar, yo me marcho. Ya no tienes quince años, muchacho, es hora de madurar.

Yoongi se quedó solo en su oficina, dándole vueltas a aquella situación. No quería casarse, pero parecía que no tenía otra opción, necesitaba resolver el tema de su visado cuanto antes para no perder todo lo que con tanto esfuerzo había construido en Corea.

—¡Odiaba la idea! Pero más odiaba lo que sucedería si no se casaba. Y como para rematar la situación, un par de días después, mientras iba hacia la oficina del neurótico "electrocutador" de Minnie, escuchó una conversación en uno de los cuartos de copiado.

-Lo van a deportar, es casi seguro - decía la voz de un hombre, pero con el sonido de las máquinas Yoongi no lo reconoció.

-¿Quién te lo dijo?.

-¿Alguien del departamento legal se está acostando con Jihyo, la de Nuevas Afiliaciones, parece que se le escapó en el post-rapidito. Ya le dieron el aviso de deportación al CEO.

-¡Rayos! ¡Ahora a salir a buscar trabajo de nuevo, con lo tranquilos que estamos aquí! -se quejó su interlocutor.

-O no. No creo que el CEO Min desmantele la empresa, probablemente deje un representante, que igual acabará jodiéndola... Sabes que tiene un par de ratas entre los ejecutivos Senior, están desesperados por que se vaya para meter las garras en el dinero de la empresa.

-Pues no me sorprende... pero la verdad es que si el señor Min desaparece, algunos de nosotros podríamos salir ganando un poco... al menos hasta que la empresa se vaya a la quiebra.

-...Y quizás no tendríamos que trabajar más... -sonrió el tipo, pero la risa se le borró en un segundo cuando Min Yoongi abrió aquella puerta de un empujón.

Miró los nombres en los gafetes de los hombres y sonrió de medio lado.

-¡Los dos están despedidos, lárguense de mi empresa ahora mismo! -escupió con rabia.

-Pe... pero... señor...

Sin embargo no había nada que decir. Aquella conversación solo había terminado de convencer a Yoongi de lo que ya imaginaba: solo estaban esperando a que él se fuera para robarse su imperio.

-¡Malditos desgraciados! -siseó antes de entrar con aquella mala energía en la oficina de Minnie-. ¿Cuántas veces te voy a decir que esto no es un club de strept

• CONTRATO CON EL CEO MIN • | ~Y.M. ~| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora