• CONTRATO CON EL CEO MIN • | ~Y.M. ~|

23.-🖋️

El hombre de mis pesadillas

Yoongi estaba furioso, tan furioso que trataba de gritar más alto y no podía. Sentí a un dolor tan hondo, tan grande, como si un animal le estuviera royendo el pecho desde dentro. Las manos le temblaban, sus pies no se movían de lugar y frente a él solo estaba Jimin. Lloraba, o eso parecía, pero aunque sus labios no se movían Yoongi podía escuchar perfectamente todas aquellas dolorosas palabras.

"¡Yo jamás he querido lastimarte!"

"¡Yo también me enamoré de ti!"

"¡...por más que me duela estoy dispuesto a olvidar todo, a dejarlo todo,solo porque no puedo lastimarte...!"

"¡Te quiero, Yoongi!"

"¡Te quiero más de lo que jamás podrías imaginar!"

"¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo!"

"¡Yo no dije eso!"

"¡No estaba hablando de ti! ¡Jamás hablaría así de ti!"

"¡Eso está editado!"

"¡Eso está editado y tú...! Lo creíste..."

Y Yoongi respondió.

No quería hacerlo, pero no pudo evitar que aquellas palabras salieran de su boca:

"¡Fue una pena que Taeyong fallara!"

¡No, no, no, cállate, no! Quería gritarse eso a sí mismo pero sus labios seguían repitiendo las mismas palabras: "¡Fue una pena que Taeyong fallara!"

El sonido de un cristal rompiéndose violentamente contra el suelo fue como un detonador dentro de su cabeza y Yoongi se incorporó de golpe en el sofá, sudando, jadeando, casi incapaz de respirar.

Apenas estaba amaneciendo. Todo había sido un sueño, pero muy en el fondo Yoongi sabía que solo era su subconsciente castigándolo. Se levantó y palmeó la cabeza de Beast, que dormía en el suelo a sus pies, antes de ir a darse una ducha del agua más fría que había. Se puso unos vaqueros y una playera oscura de mangas largas, subiéndolas hasta los codos.

-Al diablo-murmuró con un suspiro.

-. No hay que ir tan formal para arruinarse.

Salió de la casa, se agachó para recibir aquel periódico que Beast le traía cada mañana, y contuvo el aliento mientras lo hojeaba. De repente comenzó a pasar las páginas apresuradamente y luego corrió hacia el interior, regándolas todas entre los sofás, dándoles la vuelta una y otra vez, pero en ninguna estaba la noticia del desfalco.

Verificó que fuera el mismo diario, con la misma fecha...

¡Aquella noticia no estaba!

Yoongi no sabía ni cómo sentirse. Los ojos le ardían y el corazón le latía con fuerza, ¿qué demonios estaba pasando?

Sacó su teléfono, buscó en todas las noticias y finalmente se metió a la Bolsa. Todas las acciones del grupo MAE seguían cotizando a la alza.

-¿Esto qué es...? -Estaba a punto de gritar por el abuelo, cuando una llamada entró a su celular-. Dígame -dijo reconociendo el número de su asistente.

-Señor Min, el señor Benji Bae insiste en verlo, dice que debe tener una reunión urgente con usted-dijo la muchacha.

-Dígale que salgo para la oficina ahora mismo.

Yoongi no lo pensó dos veces antes de subirse al auto y condujo a la oficina lo más rápido que podía, pero cuando llegó, una persona muy diferente lo estaba esperando.