24.-🖋️

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No necesito pruebas para eso

-¿Jimin, es mi hija? -Pero si Min Yoongi sentía un dolor sordo en el pecho nada más de imaginarlo, solo se hizo peor cuando vio a Jimin abrazar a aquella nena como si fuera lo único que tenía en la vida y negar.

-No lo sé... -murmuró el mirándolo a los ojos, mientras los suyos se humedecían y apretaba los labios con una expresión de dolor y agotamiento. No tenía caso mentirle -. No lo sé... porque tampoco sé qué fue lo que pasó con Tae... -Se le atoró la voz en la garganta y Yoongi sintió que su corazón se hací a pedazos. No sé quién es el padre de Mar, esa es la verdad.

Yoongi ni siquiera sabía qué decirle. Ese dolor y esa vulnerabilidad que veía en sus ojos lo hacían temblar, sobre todo cuando vio que la nena se colgaba de su cuello con sus pequeñas manitas y escondía la carita sobre su hombro.

Yoongi habría dado cualquier cosa porque fuera suya.

-¿Podemos... podemos hacerle una prueba de paternidad? -preguntó él con tristeza. Sé que no tengo derecho a estar pidiendo nada... sé que no me merezco nada, pero... te lo suplico, no me dejes con la duda.

Jimin abrazó a su hija con más fuerza y él pudo ver el miedo y la indecisión en su mirada. -Tú también necesitas saberlo -le dijo, haciendo que el menor lo mirara-. Tú también necesitas estar seguro.

-Lo vio pasar saliva mientras aquellos labios hermosos temblaban un poco-. Te lo ruego. Jimin por favor... no me la niegues. El menor cerró los ojos y respiró profundamente.

-Está bien. Podemos... podemos hacerle la prueba. Puedo quedarme unos días más, solo unos días más -aceptó, porque por más miedo que le tuviera al resultado de aquella prueba, la verdad era que ya no quería seguir viviendo con la duda.

Yoongi se limpió la cara y asintió mecánicamente. Sacó su teléfono y buscó el laboratorio médico más cercano que ofreciera ese servicio. Sentía que las fuerzas le fallarían de un momento a otro, pero sabía que no estaba solo en el escaño de los corazones destrozados.

-A tres calles de aquí hay un laboratorio que ofrece pruebas de ADN -dijo por fin con nerviosismo-. Todavía están abiertos. Jimin asintió y tomó su celular que estaba sobre uno de los muebles. Hizo una llamada y Yoongi lo vio alejarse mientras conversaba con alguien, supuso que con Bae.

El chico se metió a una de las habitaciones de la suite y salió con la pequeña vestida abrigada. Tomó una pequeña mochila y le hizo un gesto para indicar que estaba listo.

Durante todo el tiempo que bajaban en el ascensor, Yoongi no podía dejar de mirarlos. Eran idénticos. Mar solo se parecía a Jimin.

-...Mar-murmuró él pensativo, mirándolo-. Como el diamante. Jimin asintió. -Sí, ese diamante cambió nuestras vidas -respondió con sinceridad-. Lo vendí para poder hacer mi fortuna, levantar mi empresa. Creí que lo justo era que los dos recordáramos que si ahora estamos bien, si somos felices... es gracias a ese diamante.

A Yoongi se le hizo un nudo en la garganta, ellos siempre debieron estar felices y bajo su protección, y les había fallado en eso. Caminaron entre el bullicio de la tarde en la ciudad, pero aunque solo eran pocas calles, los dos llegaron al laboratorio sin aliento.

Entraron y una enfermera les mostró a dónde tenían que ir. Ambos se miraron nerviosos, caminando hacia ese lugar parecía que sus pies se quedarían pegados al piso.

Pero finalmente estuvieron frente a la puerta de la oficina del médico laboratorista.

-Buenas tardes, ¿qué desean? -pregunt ó el joven con gentileza. -Hola -saludó Yoongi-. Quisiera hacer una prueba de ADN rápida por favor. Tengo aquí a mi hija y creo que... bueno, no sé si es mi hija o no... El hombre miró a Mar y sonrió levemente. -Claro, no hay problema.

• CONTRATO CON EL CEO MIN • | ~Y.M. ~| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora