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Eso ya lo hiciste


Jimin no estuvo presente cuando Yoongi firmó todos aquellos documentos que lo hacían ceder el setenta por ciento de sus acciones del Grupo MAE, por el cual a partir de ese momento Diamond Fast se convertía en el principal accionista de su empresa.

Los dos sabían lo que eso significaba. A Yoongi no le quedaba más remedio que quedarse como un accionista menor mientras Bae se adueñaba de todo lo que había construido a lo largo de su vida.

Sabía muy bien lo que estaba por llegar: Aquel hombre no sabía nada de diseño de videojuegos, no sabría cómo manejar una empresa así. En el mejor de los casos aguantarían unos meses antes de que todo se fuera al demonio, en el peor, desmembraría su empresa, pieza por pieza, la vendería en trozos y él lograría conservar quizás una décima parte de lo que había invertido para levantarla.

-Nos veremos en Corea en dos días. Si eres tan amable, te agradecería que tuvieras ya preparada una reunión de accionistas para cuando yo llegue le dijo con educación Benji Bae.

Si Yoongi esperaba verlo alardear o vanagloriarse se equivocaba. Bae actuaba con calma y frialdad, como si aquello solo fuera un negocio más y no una venganza a la que lo conducía hábilmente un chico.

-Nos veremos en dos días -sentenció
Yoongi.

Salió de aquel circuito y en efecto, dos días después, le notificaron que Benji Bae aterrizaba en un aeropuerto privado y que no llegaba solo.

-Se están quedando en la suite presidencial en el Four Seasons -murmuró Namjoon.

-Necesito que hagas una reunión con él, con Bae -dijo Yoongi.

-¿Como para qué? -preguntó el abogado con preocupación.

-No sé ni me interesa, ponte creativo, pero necesito que lo saques de esa suite del Seasons lo más pronto posible -respondió.

-¡Maldición, Yoongi! ¿Qué locura vas a hacer?-lo increpó Namjoon.

-Eso es problema mío. Tú ayúdame con lo que te pido.

Yoongi salió apurado de la oficina y a Namjoon no le quedó más remedio que llamar por teléfono a Benji Bae y planear una reunión de emergencia, citando diez asuntos legales de extranjería para que fuera a verlo a su despacho.

Yoongi pasó por su casa y recogió aquella carpeta de la caja fuerte. Se subió a su auto y menos de una hora después se detenía frente a la lujosa recepción del hotel Four Seasons. Dos sobornos después,subía en el ascensor hasta el ático y tocaba a la puerta de aquella suite.

Sintió que su corazón daba un salto cuando el menor abrió la puerta. Se miraron fijamente por un largo segundo y luego Jimin se apartó para dejarlo pasar.

-Me imaginé que ibas a venir tú también -murmuró él mirando alrededor aunque ya sabía que Bae no estaba allí.

-¿Qué puedo hacer por ti? —preguntó el menor con acento gélido, suave, indiferente.

Yoongi pasó saliva y lo miró, era un chico muy hermoso, demasiado. Y todas esas llamas que el le había provocado desde el primer día, seguían allí, no habían desaparecido ni por un instante.

-El abuelo... ha estado enfermo - murmuró y lo vio arrugar el ceño-. Taehyung tuvo que operarlo del corazón hace unos meses. Desde entonces todo lo que quiere es verte. Me pidió que te buscara... y yo no te encontré, hasta ahora.

Jimin se cruzó de brazos. El abuelo Janghyuk siempre había sido bueno con el, lo había tratado con cariño y amabilidad.

-Lo lamento mucho, tu abuelo es una buena persona -dijo caminando hasta la chimenea y mirando aquellas brillantes llamas mientras sus pensamientos se perdían en ellas. Es una pena que esté enfermo. ¿Es muy grave?

• CONTRATO CON EL CEO MIN • | ~Y.M. ~| Where stories live. Discover now