10.-🖋️

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¡Esto va a ser muy interesante!

Jimin pasó saliva. Min Yoongi era escandaloso, arrogante y dramático, pero en las pocas ocasiones en que le había siseado entre dientes, el sentía que temblaba. Estaba enojado, estaba muy enojado, pero Minnie era demasiado ciego como para ver que no estaba amenazándolo por arrogancia sino por celos. O al menos no quería verlo así.

Se dedicó por entero a trabajar, ya luego tendría con Tae una conversación seria sobre todo lo que había dicho, no podía darse el lujo de que fuera ventilando sus problemas por ahí.

Jimin recordó el momento en que lo había conocido. Por desgracia fingir la muerte no era tan fácil. Hacía un año aquel Ferrari iba sin frenos, y por más lento que condujera, eventualmente no podría parar. Había saltado fuera del coche antes de que se desbarrancara, pero no había contado con que no caería sobre terreno suave.

El impuso, aunque leve, lo había estampado contra un tocón seco y enmarañado, y una de las raíces se había clavado en su vientre, provocándole aquella enorme cicatriz. Así lo había encontrado Tae pocos minutos después, por suerte era médico y sabía qué hacer, lo había llevado al hospital, había salvado su vida y solo a él Jimin se había atrevido a decirle su verdadera identidad, su historia. Para el resto del mundo era un chico común, un desconocido con amnesia retrógrada, así que el mismo Estado le había dado una nueva identidad como Kim Minnie. Más legal imposible.

Lo que Minnie definitivamente sí no había esperado era que Tae le pidiera que abandonara sus planes de venganza.

El día pasó inusualmente rápido y esa tarde, cuando a pesar de su enojo Yoongi tuvo educación suficiente como para abrirle la puerta del auto, Minnie se detuvo en seco.

-¿Puedo manejar? -preguntó y él frunció el ceño.

-¿Mi auto? ¿Estás loco...?

-Me siento muy incómodo y necesito sacarme esto. Por favor, déjame manejar.

Yoongi no podía negarlo: aquel "por favor" lo impactaba un poquito. Sacó las llaves del auto y las puso en sus manos.

Minnie lanzó su maletín de trabajo al pequeño espacio detrás los asientos mientras él se subía al puesto del copiloto, se subió al volante y condujo fuera de la ciudad.

-¿Estás apurado? -preguntó mientras Yoongi lo miraba de reojo. Conducía bien, pero no parecía que estuviera muy distraído con el viaje.

-¿¿No? ¿Qué quieres hacer?

Minnie no respondió, solo condujo a un circuito abandonado fuera de la ciudad. Lo conocía porque antes de que todo pasara, el también amaba los autos rápidos, los Ferrari's también eran sus preferidos y tenía varios en su colección. Así que sabía muy bien cómo encontrar pistas donde correr rápido.

Avanzó con el auto hacia lo alto de la pequeña colina y los dos tuvieron una pista panorámica del viejo circuito de carreras.

-Eso es tierra... -murmuró Yoongi mientras lo veía sacarse los zapatos. Minnie se quitó también la chaqueta y se acomodó el cabello mientras él intentaba no azorarse-. Oye, oye... no estarás pensando correr en tierra, ¿verdad? ¡No todo el mundo corre en tierra! ¡Solo los pilotos exper...!

Pero no pudo decir nada más, porque Minnie pisó con fuerza el acelerador y el auto, rugió vivo mientras se lanzaba hacia adelante. El viento levantaba su cabello mientras el auto se movía a velocidades increíbles, y Yoongi contenía el aliento cada vez que Minnie tomaba una curva cerca de alguna pendiente peligrosa.

El Ferrari corría como una maldita seda en sus manos. El viento silbaba en sus oídos mientras conducía cada vez más rá pido. Era una sensación increíble para Minnie, sentirse libre y sin ninguna restricción por primera vez en mucho tiempo, y no le importaba que él estuviera agarrado a aquel asiento como a la vida misma. El sonrió mientras tomaba las curvas con facilidad y Yoongi a su lado estaba muy tentado a cerrar los ojos.

• CONTRATO CON EL CEO MIN • | ~Y.M. ~| Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu