Capítulo 22.

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En el capítulo anterior:

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En el capítulo anterior:

Kaleb se ha hecho con el control del infierno y ha dejado claro que él es el rey, pero antes ha hecho que Lucifer se arrodille.
La familia Walker se plantea bajar al infierno para recuperarlo.

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MYKE WALKER.

No mentiré. He intentado que Yulima olvide la loca idea de bajar conmigo al infierno, pero es imposible. Ya sé que bajó por mí y que por nuestro hijo es capaz de cualquier cosa, pero temo por su vida porque aun es humana y desgraciadamente eso la hace vulnerable. Ha estado leyendo todo este tiempo, hablando con la bruja llamada Elena e insistiéndole para que encuentre la manera de abrir una puerta para que nosotros podamos pasar, definitivamente mi mujer es la más terca del mundo y tengo claro que como vuelva a intentar hacerla cambiar de opinión será ella la que me deje en la tierra y se marche al infierno sin decirme nada.

Kendo pone la mano en mi hombro. — Iría con vosotros.

— Eres un ángel, bajar ahí te corrompería y ensuciaría tu sangre para siempre. Tienes que mantener el linaje limpio por tu hija. —Le digo mientras observo a Yulima, que sigue leyendo junto a la bruja.

— No debería ir. —Me dice. — Cuando bajó la sangre de Ethan la protegía, pero ahora no tiene esa sangre y puede morir.

— He pensado en amordazarla, atarla en una silla e irme dejándola atrás, pero sabes que conseguiría escapar, mataría a la bruja por no ayudarla y enloquecería. Estaría en el infierno en menos de diez minutos, créeme, mi nena enfadada es más peligrosa que nuestro hijo. —Ríe. Sabe que tengo razón, ella esta demasiado loca.

— Kaleb estará bien, confío en mi ahijado.

Suspiro. Me encantaría pensar igual y tener la seguridad de que no ha enloquecido, pero estaría siendo deshonesto conmigo mismo y mentiría. Conozco el infierno, sé lo difícil que es mantener tus sentimientos intactos y no olvidarlos, porque luché incansablemente para no olvidarme de Yulima. Mi hijo es fuerte, tan inteligente como su madre, diría que incluso más inteligente, pero no conoce lo peligroso que es tener la oscuridad tan cerca y lo tentador que es poder tenerla en tus manos. Mentiría si no admito que tengo miedo saber de lo que mi hijo es capaz de hacer, podría matarnos a todos con solo pensarlo.

— No crees lo mismo. —Me dice, sabe que me he quedado pensando en ello durante mi largo silencio. — Vamos, es inteligente.

— Lo es, pero demasiado poderoso, eso es peligroso para él.

— Sabíamos que esto pasaría. Lo sabemos desde que ella lo tenía en su vientre y también que lo protegeríamos de sí mismo, pasase lo que pasase.

— Siempre lo protegeré, es mi pequeño. —Digo en voz baja.

Yulima me observa, sabe que nada está bien y eso la preocupa. Con la cabeza me pide ir a la cocina para hablar con más calma, a lo que respondo caminando hacia ella en silencio. Me apoyo en la encimera, preocupado, manteniendo el silencio hasta que ella llega y sin decir nada me abraza, hunde la cabeza en mi pecho y yo dejo caer la barbilla suavemente sobre su cabeza. Hemos discutido hace solo unas horas y no la culpo, sé que esto la tiene muy nerviosa.

KALEB ® {03}Where stories live. Discover now