KALEB ® {03}

Capítulo 15.

KALEB WALKER.

La cara de mi padre realmente es un poema. Trata de mantenerse cuerdo pero apenas logra hacerlo unos segundos, acto seguido agarra a Jace del cuello y lo mira fijamente, mientras mamá de nuevo intenta persuadirlo. Parece que Jace tiene mucho que ver con todo esto, más de lo que podría llegar a imaginar, y si de algo estoy seguro es de que esto no es casualidad.

Aquí nunca nada es casualidad.

— Papá, deja que se explique.

— ¿Tu padre? ¿Dejar qué alguien se explique? —Pregunta tío Kendo, bromeando pese a la situación. Tiene razón. Papá nunca dejará que alguien que no conoce, que aparece de la nada y que acaba de llamar "amada" a mamá, se explique.

— Amor. —Susurra mamá.

Él la mira, furioso deja a Jace y se aleja para asimilar las cosas. Agarro a Jace nuevamente y él me mira confundido porque no puedo dejar de reír.

— ¿He estado apunto de morir y te burlas? —Me pregunta, siendo aún más rídiculo.

— Jace. Si mi padre hubiera querido matarte, ahora mismo tendría que buscar tu cabeza y regresársela a tu cuerpo. Créeme, por mi madre no se detiene y no hay poder en el universo que lo contenga.  —Se muestra sorprendido. Mientras que papá esta siendo acorralado por mamá, que trata de hacerlo entender que antes de matarlo, tienen que entender lo que sucede.

— Tú. —Se acerca mamá.— En este momento vas a explicarme todo o dejaré que acabe lo que empezó contigo.—Agarra a Jace, con una mirada y un tono en su voz demasiado intimidante, como cuando faltaba a clase y se quedaba esperándome en la puerta de casa.

Jace traga saliva, se mantiene alejado por seguridad pero mira a mamá de una manera que ni siquiera a mí me gusta. Él no consigue pronunciar palabra, pues los ojos intimidantes de papá lo están amenazando a distancia. Es gracioso que lo enviasen para matarme hace años, no me habría durado ni un mísero segundo.

Comienzo a resumir la historia que él me ha contado, pues no me apetece volver a escuchar semejante historia trágica y aburrida, prefiero hacer un breve resumen para que entiendan la razón por la que Jace ha confundido a mamá con Elizabet.

— Bien. Entonces crees que yo soy esa mujer y por ello has dicho semejante tontería. —Asimila mamá— Pues no soy ella.

— No lo entiendes. Eres idéntica, su viva imagen. Tus ojos, tus labios, tu cabello, hasta tienes los mismos lunares que ella tenía —Asegura, con un nudo en la garganta— Para mí es un milagro ver su rostro de nuevo.

— Pronto dejarás de verlo. —Amenaza papá. Todos lo miramos y encoge los hombros—. ¿Qué? No estoy celoso. Solo no voy a permitir que salga este imbécil de la nada y diga que mi mujer es su amada.

— Discúlpame. No quería enfurecerte, solo. . . ha sido impactante. Después de siglos, tengo su rostro delante de mí. . . —Baja la cabeza— No sabéis en el infierno que he vivido sin ella. Fui condenado a ser esto, Lilith me condeno a una eternidad sin ella.