Parte /21 Mis abuelos maternos

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 Ramona y Donaciano (Chano) cada año iban a Talpa de allende a visitar a la Virgen del Rosario, la virgen de talpa  cuando regresaban siempre nos traían guayabate figuritas de chicle de talpa cazuelitas, ollitas, sombreritos, etc, y unos listones con un sello de la virgen  de colores,  no los ponían alrededor del cuello como collar a mi no me gustaban,  me lo empezaba a morder hasta que lo reventaba y me la quitaba aunque me daba cargo de conciencia pues nos decían que estaban benditas y que era pecado tirarla pero yo la escondía,  cuando me veía mi mamá me Preguntaba.

 -¿Y tú medida?

Me hacia la sorprendida y le decía.

-Hay se me cayo y no supe donde jajaja.

Mis abuelos vivían a las afueras del pueblo en un campamento que pertenecía al ferrocarril, mi bisabuelo, mi abuelo y tres  tíos eran ferrocarrileros, cuando los visitábamos, era como un paseo siempre nos íbamos caminando, cruzábamos todo el pueblo y llegábamos al campo era una vista hermosa cruzábamos en medio de un sembradío de maíz, y por fin llegábamos al campamento era una construcción blanca con rojo, a la entrada había un camichin (un árbol muy grande) mi mamá nos contaba que en ese árbol vivían duendes, decía que cuando ella era niña varias veces los había visto, yo por más que me esforcé, nunca vi a ningún duende, la entrada al campamento era una gran puerta de madera pintada de rojo que siempre estaba abierta y allí empezaban las casas de los trabajadores adentro había otro árbol de moras, también muy grande mi abuelo nos puso un columpio allí durábamos horas columpiándonos volando por los aires, afuera había una hilera de lavaderos donde lavaban las señoras y un  pozo donde sacaban el agua, para todos los usos, tomábamos el agua directamente del pozo a la boca nunca nos hizo daño, los niños jugábamos a las escondidas entre la milpa, explorábamos el campo para nosotros encontrar un vidrio de un color brillante era todo un tesoro, a veces jugábamos a ver quien encontraba más lombrices de tierra, o atrapábamos mariposas, grillos, era toda una aventura ir a la casa de los abuelos.

Pasajes de mi infanciaWhere stories live. Discover now