Parte /7/ Mi primera comunión

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Como ya sabía leer mi mamá me metió a la doctrina pues ya era tiempo de hacer la primera comunión, había un grupo de niñas y los niños estaban aparte era muy divertido, pues  anteriormente se aprendía cantando así es de que empezábamos cantando el padre nuestro, padre nuestroooooooooooo que estas en el cieeeeeeeeeeeeeelo, y así sucesivamente, el padre es Dios si el padre es Dios, el hijo es Dios si el hijo es Dios, el espíritu santo es Dios, si el espíritu santo es Dios, son tres personas distintas y un solo Dios verdadero. Y así hasta que nos aprendíamos todo el catecismo. Después me dijo mi mamá que escogiera a mi madrina yo escogí a mi madrina Teresa una señora muy bonita y muy sufrida la tenían entre su marido y su suegra que era mi tía celestina prisionera de su casa.

Mi mamá medio se asustó pues ya sabía cómo eran los verdugos de la pobre mujer pero pues se arriesgó y fuimos a decirle escogimos un día en que estaba la tía y el esposo así es de que mi mamá le dijo Tere, aquí Rosa te quiere decir algo, y yo que me puse toda colorada pues nunca ha sido mi fuerte hablar en público aunque fuera un público muy pequeño.

Mi madrina me dijo que me quieres decir Rosita así me decía yo creo que por eso la escogí, porque siempre me trataba con mucho cariño. Y pues yo toda torciéndome friccionándome las manos le dije es que yo voy a hacer la primera comunión y quería que usted fuera mi madrina, la pobre mujer se puso muy nerviosa y volteo a ver a su esposo y a su suegra y mi mamá para romper la tensión dijo, que le parece tía Cele.

La niña quiere que Tere sea su madrina y pues la tía ya no le quedó más remedio que decir bueno y cuando va a ser, va a ser el veinticinco de diciembre el día del niñito dios.

En la misa de ocho de la mañana, bueno pues si eso quiere la niña pues ya ni hablar, mi madrina nos vio con un brillo en los ojos y como diciendo que bueno que voy a salir aunque sea a misa.

Mi mamá saco el vestido que estaba amarillo por el tiempo que ya se había puesto mi hermana chuy y mi hermana Luz y yo era la tercera en ponérmelo mi mamá lo lavo con mucho cuidadito para que no se deshiciera antes de tiempo ja, ja, ja, a el vestido quedo blanquísimo se le quito lo amarillo y lo plancho con mucho cuidadito y ya estaba listo el vestido, así es de que ya nada más a esperar el mero día.

Un día antes nos citaron en la tarde para irnos a confesar, estaba una filota, y señoras y de todo, yo estaba muy nerviosa, por fin me toco y el padre me dijo Ave María Purísima, y yo le conteste sin pecado concebido  y el padre dime el acto de contrición y ahí estoy sudando toda y pidiéndole a dios de que no se me hubiera olvidado, Señor Mío Jesucristo dios y hombre verdadero, etc... dime tus pecado, acúseme padre que le respondo a mi mamá cuando me regaña y cuando no me ve le saco la lengua, peleo a mis hermanitos, hago travesuras y le echo la culpa a mis hermanos y me da gusto que los regañen. etcétera...

Eso es todo padre, me dio la bendición y me dijo que rezara tres padres nuestros y tres aves marías haciéndome prometerle que ya no lo iba a hacer, si padre me fui rece la penitencia y me salí llegue a la casa le dije a mi mamá que ya me había confesado me dijo bueno pues mucho cuidado con pecar si no, no haces la primera comunión mañana, y pues me dio mucho trabajo contenerme pero lo logre, al otro día me levante muy temprano mi mamá me baño que disque para lavarme muy bien las orejas y todo lo demás.

Me empezó a vestir y a peinar me hizo media cola de caballo un chonguito y unos bucles me puso mi velo y mis zapatos viejos pero con mucho apresto para taparle lo descarapelado, y pues nos fuimos a la iglesia con toda la parentela atrás de mí y yo sintiéndome la reina y siguiéndome mis vasallos. Ja, ja, ja, cuando llegamos a la iglesia por cierto llegamos un poco temprano ya estaba mi madrina esperándome y cuando me vio creo que le dio lastima verme mis zapatos el caso que le dijo a mi mamá me la prestas un ratito le dijo a mi mama le dijo que si, y me llevo a la esquina donde estaba una zapatería, me dijo escoge los que más te gusten y yo fascinada viendo los pocos modelos que había y escogí unos de taconcito me dio mi librito y mi rosario con brillo dorado que parecía de oro.

Pusieron mis zapatos viejos en la caja los pusieron en una bolsa y nos fuimos aprisa porque ya iban a dar la última llamada de misa, nos pusimos en la puerta salió el padre y ya estaba lista la iglesia con su alfombra y sus reclinatorios el de mi madrina y el mío porque con la novedad que yo era la única que iba a hacer la primera comunión en esa misa no pues más importante me sentí.

Cuando me dieron la comunión también sufrí, porque las monjas que nos prepararon para la primera comunión nos dijeron que no se nos fuera a caer la hostia porque casi, casi nos íbamos a ir al infierno que porque la hostia era lo más sagrado del mundo, por caridad de dios no se me cayó se terminó la misa y antes de que mi mamá dijera algo mi madrina nos dijo que si podíamos ir a su casa porque mi tía nos había hecho un desayunito.

Cuando llegamos a la casa de mi tía nos pasaron directamente al comedor, ya estaba listo todo mi madrina se puso un mandil y empezó a ayudarle a mi tía, nos dieron unos chilaquiles bien sabrosos con frijoles bien chinitos hechos con manteca de puerco con pedacitos de tortilla doradas y unos chilitos verdes también fritos, cuando terminamos de comer nos sirvieron un jarrote de chocolate bien espumoso y pusieron en la mesa una charolota de pan había de todo, desde virote, conchas, cortadillos, tostaditos, cuernitos no había ni por cual decidirse.

Yo me decidí por un virote y lo empecé a remojar en el jarro de chocolate, mi madrina cuando me vio corrió y me puso una servilleta como un babero para que no me manchara el vestido, mi mamá me vio con unos ojos, pero yo me hice que no la veía, ja, ja, ja, ya casi no me cabía nada pero no me quede con las ganas de comerme un cortadillo lleno de betún blanco que casi se deshacía en la boca y mi mamá que casi, casi se paraba y me agarraba para levantarme de la mesa pero mi madrina le hizo la seña de que me dejara, y así como estaba estaban todos mis hermanos los que éramos en ese tiempo, dijimos ahora es cuando, ja, ja, ja.

Se terminó el desayuno mi mamá y mis dos hermanas les ayudaron a mi madrina y a mi tía a recoger y a lavar los trastes, dejaron bien limpia la cocina y el comedor y pues ya nos fuimos a la casa. Antes de irme mi madrina saco una cajita y saco una medallita con la virgen de Guadalupe yo creo que era de oro porque algunos años después fue a parar a el monte de Piedad.

Cuando llegamos a la casa al ratito llego mis abuelos. Ramona y chano, mi abuelo traía unos patos que porque habían ido a la tirada, o sea a cazar, para pronto mi abuela y mi mamá  pusieron agua a calentar los desplumaron y mi abuela hizo una birria que hacía muy sabrosa no sé cómo la hacía pero recuerdo que la ponían en una olla la tapaban y le ponía masa alrededor para que no se le saliera el vapor, mientras mi mamá hizo una sopa de arroz le puso todas las menudencias y huevo chicharos y ruedas de huevo picaron cebolla y limones en cuarterones, mientras nosotros todos los chiquillos estábamos jugando con lo que nos había traído el niño Dios yo haciendo todo lo posible por no pelear porque estaba comulgada, no sé cuánto tiempo pasaría pero llego la hora en que nos llamaron a comer, nos sentaron y que voy viendo la cazuelota de sopa de arroz se veía tan bonita, roja con verde, blanco, amarilla por la yema de huevo, los chicharos, los higaditos, y todo lo demás,

Y la birria que olía riquísimo aparte hicieron frijolitos, no pues a esa hora ya se nos había bajado el desayuno así es de que a comer se ha dicho mientras mi abuela nos servía mi mamá hacia las tortillas a mano bien infladitas, también trajeron Pepsi cola era día de fiesta. Comimos y nos dijeron que nos fuéramos a jugar para que se nos bajara la comida que porque habíamos comido mucho sin antes encargarme el vestido que no se me fuera a romper que para que me sirviera para cuando fuera a ofrecer flores.

No pues nos agarramos jugando y nunca me acorde del vestido a el caso es que el pobre termino bien sucio y de remate no sé quién me lo piso y que se rompe de la parte de abajo yo para que no se siguiera rompiendo que le hice un nudo y seguí jugando y cuando lo vio mi mamá casi le da un ataque, no te dije que cuidaras el vestido, pues se me rompió, mi mamá me vio y le empezó a dar mucha risa y dijo bueno al menos aguanto para ti ven párate derechita y agarro las tijeras y me lo empezó a cortar a la medida que en ese tiempo se usaban los vestidos debajo de la rodilla.

Y ese fue mi gran día de los más felices que pase en mi vida.


Pasajes de mi infanciaWhere stories live. Discover now