Capítulo 44

Depuis le début
                                    

— ¡Iré a ver Shoto!

—Bien, pero ten cuidado.

Rápidamente entro a esa cueva y Latios se acercó a donde estaba.

—Ve con ella yo me hago cargo de la nieve.

—Entendido.

Con ambos a cargo de eso, mi trabajo era mover toda esa nieve sin causar problemas a lo que hubiera debajo por lo que tuve que trabajar con cuidado y dejándola acumulada en un gran claro rocoso, que ahora tenía como unos siete metros de nieve encima.

—Listo... a ver que hay en esa cueva.

Baje hasta la entrada y no muy profundo me encontré con los hermanos atendiéndoles a los Dragonites, que se veían casi al nivel de la hipotermia y al sentir el gélido aire detrás de mí use mi distracción para cambiar ese aire gélido por un aire bastante cálido que se pudo sentir y agradecer por los presentes.

—Llevémoslos al gremio, allá les atenderán como es debido. —Explique al acercare.

—Entendido.

Con todos cerca simplemente nos transporte de regreso al pueblo, más exactos, dentro del gremio.

—Estos Pokémon requieren mantas para recobrar el calor de sus cuerpos. —Pedí.

— ¡Enseguida!

Los presentes rápidamente se hicieron cargo de eso hasta que ambos dragones tenían mejor color y semblante.

—Muchas gracias... —Agradeció la Madre. —De verdad muchas gracias.

—No fue nada, es nuestro trabajo. —Sonrió Latias con mucha alegría. —Es lo que hacemos.

—Ya se le notificó a su esposo, viene para acá. Latios, Latias fue un trabajo bien hecho, aquí tienen su recompensa.

Latios fue quien se hizo cargo de la recompensa mientras Latias aún le atendía a la Madre y el pequeño, ya al estar todo listo, simplemente deje el gremio seguido de ellos.

—Eso fue emocionante, pero difícil.

—Se tienen que pesar en todo cuando se sale a un trabajo, tu hermano lo rescate de una manera similar, escuchando sus pensamientos hasta saber dónde estaba, eso y que una compañera ayudo gracias a su olfato, deben tener todo eso siempre presente.

—Aún nos queda por aprender.

—La experiencia se gana en el campo, yo no fue muy diferente de ambos cuando empecé, tuve que aprender a adaptarme rápido y a usar todas mis habilidades a mi beneficio, en una situación crítica un pensamiento veloz puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Se me salió un sermón de los que le daba a mi equipo en el ejército.

—Lo tendremos en cuenta.

— ¿Dónde se están quedando?

—Conseguimos un departamento perfecto para ambos, y allí es donde nos quedamos por ahora.

—Eso es bueno, ¿ya saben cómo defenderse solos aquí en el pueblo?

—Sí, mi hermana es vivaz en este tipo de cosas, por lo que nos hemos adaptado bien.

—Me alegra escucharlo, cuando necesiten una mano con algún trabajo, avísenme.

—Claro Shoto.

—Puede que en algún momento deba ir a una exploración, los quiero en mi equipo.

— ¿¡De verdad!? —Pregunto la menor muy emocionada.

—Claro, será un momento adecuado para probar todas sus habilidades y ver que tanto pueden hacer en situaciones más complejas.

—Me parece justo, Hermana, ¿qué dices tú?

—Me encantaría.

—Perfecto, los estaré notificando si algo así pasa.

Ambos se fueron al mercado y yo me movilice hasta la biblioteca de Blanca, donde la vi acomodando unos libros en sus estanterías.

—Hola Blanca.

—Oh Hola Shoto, no te sentí llegar.

— ¿Cómo has estado?

—Ocupada, el trabajo de una investigadora jamás termina.

—Seguro... oye sabes Hana está en casa, pensé que te gustaría ir a verla y hablar con ella de científica a científica.

—Eso me encantaría, deja que prepare algunas cosas y nos vamos. ¿Cómo han estado las cosas para ti?

—Tranquilas por ahora, pero quien sabe que pueda pasar luego.

—Eso es cierto Shoto, por eso debes estar siempre alerta de todo lo que pueda pasar.

—Exactamente, bueno eso, y que pareciera que el consejo me manda lo más difícil a mí.

—No lo creo sabes, no eres el único legendario que es un Rescatista.

— ¿Hay más?

—Sí, los perros legendarios tienen su propio equipo, se dice también que hay Pokémon como los espadachines místicos que también tienen su propio equipo.

— ¿Ósea que tengo competencia?

— ¿Competencia? Para ti, claro que no Shoto, podrías aplastarlos a todos sin siquiera mover un solo musculo, No están a tu nivel.

—Blanca no crees que me das mucho mérito.

—Shoto, tengo una idea general de tu potencial, te recuerdo que fuiste tú quien paro a las fuerzas primordiales del universo a puño limpio.

—Eso no te lo puedo negar.

—Bien ya tengo todo, andando.

Sin más ambos nos movilizamos hasta la casa, donde Hana estaba sentada con la computadora en la mesa trabajando en quien sabe que, y Aby flojeando en mi hamaca.

—Chicas ya regrese.

—Cómo te fue, te tardaste un buen rato.

—Nos fue bien, sentí bastante frío, pero todo salió bien.

—Qué bueno.

—Hana, Blanca vino conmigo, para que ambas conversen de científica a científica.

—Eso me encantaría Shoto, sé que ella me podría ayudar a llenar muchos cabos sueltos, y seguro yo le daré información que quiere o que necesita.

Deje a las nerd libres en su habitad natural, mientras yo iba a la cocina por algo de comer.

—Aby.

— ¿Si?

—Había un chocolate aquí en el refrí, ¿dónde está?

—Creo que me lo comí...

— ¿Crees?

—Lo siento.

—No pasa nada, tocara pasar al plan B... —Suspire al rebuscar en la alacena. — ¿También te comiste el último paquete de galletas?

—No...

—Aby.

—Tenía mucha hambre Shoto...

—Bueno, plan C, hacer almuerzo temprano, o me vas a decir que te comiste la carne cruda.

—No, eso sí que no.

—Por lo menos.

—Pero no hay casi verduras.

—... Plan D. hacer mercado. Ya regreso.

—Voy contigo.

—No voy al mercado normal Aby, espera aquí tardare poco, espero. —Calme al agarrar algo de oro del suelo. —Voy'vengo.

Actualizado el 24/10/2022.


Renací como una leyenda.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant