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Noviembre, 1976.
LUAN HABÍA despertado dos horas antes de su horario habitual esa mañana. La luz del sol apenas empezaba a aparecer por los árboles del bosque. Apenas podía verlos desde su ventana.
Había dormido mal, se encontraba cansada y tenía ojeras; pero no le importaba, ese día era el cumpleaños de Sirius y haría todo lo posible por ignorar los sucesos de los últimos días para poder darle un cumpleaños decente. Después de todo sólo se cumplen diecisiete una vez, de hecho, ABBA tenía una canción que explicaba esa sensación.
Caminó hasta el cuarto de Lily y cuando entró estuvo tentada a recostarse a su lado y dormir hasta tarde, pero ambas tenían una fiesta que organizar.
No sería algo ostentoso, sólo una fiesta clandestina en honor a Sirius en la sala de menesteres. Peter, James y Lily habían corrido la voz con estudiantes de otras casas a inicios de semana, así que para el miércoles ya habían confirmaciones de asistencia por parte de más de cincuenta alumnos; gente que iba desde cuarto año hasta séptimo año, desde leones hasta tejones e incluso serpientes y águilas.
A Luan le divertía pensar en los alumnos de cada casa con el animal que representaba su casa, Lily le había dicho en una ocasión que eso era descortés y que no era ningún zoológico. Marlene sólo se rió y chocó los cinco con Luan.
Luan había hecho un trato consigo misma; seguía enojada con Sirius, pero él aún no sabía, así que tenía que seguir siendo una buena amiga hasta que ella pudiera confrontarlo. Él tenía que pasarla bien en su cumpleaños, no importaba cuan molesta ella estuviera ahora.
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—¿No es gracioso como siempre soy el primero en cumplir años? Soy el más viejo, por lo tanto, el más sabio. Todos deberían hacerme caso a mí.
—Que seas el mayor no significa que seas el más sabio, ya basta —Remus respondió.
—Pero, si lo piensan un poco...
—No —cortó Peter.
—Tal vez no sea tu idea más acertada —dijo James—. Es claro que el más sabio aquí es...
—... Remus —Peter finalizó.
—Sólo uso mi cerebro —Remus dijo—. Lo que hago no es "sabiduría" se llama pensar.
—¿Y eso qué importa? Sigo siendo el mayor.
—Así que te van a salir canas y arrugas primero —Peter rió, se encontraba tirado en la alfombra mientras miraba el techo. James limpiaba sus artefactos de Quidditch, Remus revisaba las notas de su clase anterior, y Sirius se peinaba una y otra vez mientras seguía hablando de su edad.
