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Diciembre, 1976.
BARTY CAMINABA DE UN LADO a otro en la habitación de la Ravenclaw; ella lo seguía con la mirada mientras el joven Crouch murmuraba cosas para sí mismo.
—Sólo hay una cosa peor que un idiota sin talento —espetó en voz alta—. ¡Y eso es un idiota sin talento que cree tener talento!
—Barty, Elías Cohen es el capitán de Quidditch, él tiene talento —Luan señaló.
—Marlene debería ser capitana —musitó.
—No entiendo cuál es el problema —Regulus susurró a Luan, ella se encogió de hombros.
—¡Ya no importa! ¿Saben? —la voz de Barty los hizo sobresaltarse—. No hablaré más del tema.
—Bien, porque quería contarles de... —Luan empezó y nuevamente fue interrumpida por Barty.
—¡¿Pero sabes qué es lo que más me enoja?!
—Por Merlín, Barty —rogó la pelirroja, luego se puso de pie—. Ven, iremos a hablar con el idiota de Cohen.
—¡¿Qué?! ¿Por qué?
—Porque estoy harta de escucharte gritar.
—Sigo sin entender el problema —Regulus se encogió de hombros.
—El idiota de Cohen dice que no estoy listo para entrar al equipo.
—Pero serías un buen buscador —él señaló con confusión—. ¿Por qué no?
—Porque el tonto se enrolló con su hermana menor hace un tiempo —Luan respondió.
Regulus se burló en voz baja mientras se ponía de pie y seguía a sus amigos. Luego de una larga caminata los tres llegaron al campo de Quidditch en donde el equipo de Ravenclaw se encontraba entrenando en ese momento.
El capitán del equipo de Ravenclaw se encontraba guiando a su equipo desde el suelo, su mano se movía agresivamente de un lado a otro.
Regulus caminaba a un lado de Luan, Barty había decidido caminar más lento en caso de que le negaran la entrada al equipo nuevamente y tuvieran que regresar.
—Elías, ¿tienes un momento?
El joven se dió la vuelta y todo rastro de estrés se desvaneció en cuanto vió a la alumna más inteligente de sexto año frente a él.
