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CINCO DÍAS HABÍAN PASADO desde la vez que Lily y Luan viajaron a Londres muggle para que Luan pudiera hablar con Pandora. Ella juraba que esos habían sido los cinco días más largos de toda su corta y joven vida. La curiosidad por saber cuál era la gran noticia que Pandora le daría la estaba carcomiendo por dentro.
—¿Qué crees que sea? —Luan preguntó mientras caminaban eufóricamente hasta la entrada de la casa de Pandora.
Hacía un mes se había mudado con su ahora esposo a un pueblo llamado "Devon" que era habitado por muggles y magos. Lily y Luan habían usado la red-flú para llegar hasta ahí.
Para su desgracia, Pandora no les avisó que con la red-flú no llegarían a su casa, sino a la de otros magos que ellas jamás habían visto. Se disculparon incontables veces y pidieron indicaciones, finalmente lograron encontrar la casa que Pandora había descrito, rodeada de rosales y hechizada para que sólo a la vista de magos pudieran verse algunos destellos dorados a su alrededor.
—Lo que sea, lo averiguaremos ahora —Lily respondió con una sonrisa mientras tocaba la puerta. Tres veces bastaron y fueron recibidas por Barty.
—¡Crouch! —Luan lo saludó con un abrazo que fue correspondido al instante.
—¡Pelirroja! —él saludó de vuelta.
Lily miraba la interacción con un semblante neutro, no quería tener que recibir ningún mal comentario por parte de Barty. Aunque nunca había recibido un mal comentario y sabía que Luan no lo iba a dejar expresarse mal de alguien.
—Evans —Barty la saludó con una sonrisa de lado, estiró su mano para poder saludarla.
—Barty —ella saludó de vuelta un poco más contenta, estrechó su mano.
Barty se hizo a un lado para que ambas pudieran adentrarse a la casa de Pandora. Por dentro era todo lo que alguna vez Pandora haya deseado; Luan lo sabía porque habían pasado horas y horas hablando sobre cómo sería la casa de sus sueños. Pandora había cumplido ese sueño primero.
Tenía alfombras con diseños de rombos rojos y cafés en el suelo, las cortinas eran de color azul celeste y estaban hechas de seda, Pandora había encendido velas aromáticas por todo el lugar haciendo que oliera a una mezcla perfecta entre manzana y canela, había plantas de todas las formas y tamaños decorando cada una de los espacios de la casa, los muebles tenían pinta de tener varios años de antigüedad, el suelo resonaba cuando caminabas y las puertas y ventanas rechinaban cuando se abrían o cerraban. Pero era su hogar, Pandora y su ahora esposo habían hecho de aquella casa su propio hogar.
Lily y Luan caminaron mientras seguían a Barty.
—Pandora está en la cocina, últimamente está obsesionada con cocinar por ella misma, dice que eso hacen las mujeres normales.
