Timeless Academia

Invocación: Stheno

"¡¿Q-Qué-?!" Izuku farfulló, y solo se detuvo cuando estuvo justo frente a Stheno nuevamente.

"Mucho mejor." ella ronroneó. Luego saludó con desdén al médico, su leve sonrisa presente una vez más. "Puedes dejarnos ahora". Cosa que hizo el médico de inmediato, girando repentinamente sobre sus talones y alejándose, con una sonrisa completamente dichosa ahora plasmada en su rostro.

Izuku lo vio alejarse, confundido y más que un poco alarmado, antes de mirar a Stheno. Por su parte, ella simplemente le sonrió, aunque ahora volvía con ese aura amenazadora.

"¿Y bien? ¿Vamos?"

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La dificultad de aceptar tanto a todos los que vienen a Chaldea es que asumí que todos estábamos en la misma página. No importa cuán malvado haya sido un espíritu heroico en la vida, como sirviente estaban dispuestos a dar un paso al frente y ayudar a salvar el mundo. Y no era descabellado pensar eso. El fin del mundo les afecta a todos, entonces, ¿por qué no trabajarían para ayudar a detener eso? ¿Por qué no querrían ayudar?

La idea de que tendrían un motivo alternativo nunca fue algo que me tomara en serio.

Claramente, debería haberlo hecho.

Stheno no está destinado a participar en combate directamente. Ella nunca lo había hecho. Era una antigua diosa a la que los hombres se sentían atraídos y querían capturar para adorarla, no una deidad a la que temer por su fuerza o lo que representaba. Entonces, la probabilidad de que ella misma vea una batalla es prácticamente inexistente, y tengo que pensar que ella lo sabría.

Entonces, ¿por qué vendría a Chaldea si no pensara que contribuiría en algo a nuestra misión? ¿Qué quería ella en su lugar?

Yo era demasiado optimista. Pensé que solo quería ayudar, aunque no sabía cómo podía hacerlo.

Claramente la subestimé.

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Izuku había comenzado a esperar una serie de cosas de los Sirvientes cuando llegaron a Chaldea. Varios de ellos fueron algo exigentes, aunque de manera específica. Los inclinados a la creatividad necesitaban un espacio para ejercitar sus talentos, los religiosos necesitaban un espacio para ejercer su fe, los físicamente sintonizados necesitaban un espacio para... bueno, ejercitarse. Hizo todo lo posible para encontrar formas de acomodarlos a todos, y como en general estaban dispuestos a cooperar independientemente de lo que hiciera. De acuerdo, eso fue con un par de excepciones, pero en su mayor parte le resultó bastante simple mantener a todos felices.

Esto probablemente lo estaba empujando un poco.

"Te estás moviendo bastante lento, mortal". señaló Esteno. "No estás teniendo dificultad, ¿verdad?"

"¡N-No, por supuesto que no!" Izuku respondió rápida y nerviosamente. "¡Eres ligero como una pluma, esto no es un problema para mí!"

"Eso es un alivio." ella respondió, y él prácticamente podía escuchar la sonrisa que estaba usando. "Odiaría pensar que eres tan débil". añadió, provocando un gemido contenido de él.

Naturalmente, no estaba tan acostumbrado a que los otros trabajadores de Caldea lo miraran fijamente, y estas payasadas con los sirvientes brindaron una serie de oportunidades para que eso sucediera, para su consternación. Uno pensaría que se acostumbraría con el tiempo, pero todavía era bastante sensible a los juicios percibidos por otras personas sobre él.