Timeless Academia

Invocación: Romulus

Incluso si eso fuera solo golpear cosas hasta que se sintieran mejor consigo mismos.

Aunque, cuando Calígula dejó escapar un rugido y lanzó el saco de boxeo fuera de la cadena con un rugido furioso, estaba claro que no se iba a sentir mejor en el corto plazo.

"Mi buen hombre, no veo cómo esto nos empujará a vengarnos de ellos". señaló Caesar, observándolo practicar desde un banco cercano.

"¡ Maldito... tú... SPARTACUUUUUUUUUUUUUUS! " Rugió Calígula, corriendo y pisoteando la bolsa desechada, ignorando el consejo de César. El último de la República Romana dejó escapar un suspiro de exasperación.

"No hay nada para eso. Perdimos esta vez. Nuestras payasadas se volvieron contra nosotros. Al menos deberíamos aceptar esta derrota con tranquila dignidad y gracia". el sugirió. Por su parte, Calígula simplemente continuó pisoteando el saco de boxeo mientras el relleno hecho digitalmente salía de él, demostrando que los términos 'dignidad tranquila y gracia' estaban tan lejos de su mente como podían estar. "Está bien, si eso falla, necesitamos al menos examinar cómo perdimos para que podamos tomar represalias la próxima vez". ofreció en su lugar.

" MALDICIOOON ... " Calígula gruñó. "¡ Espartaco... Marthaaaaa... Boudicaaaaaaaa! "

"Sí, tan frustrante como es, nos tenían acorralados. Tenía sentido que Spartacus trajera refuerzos después de nuestra última competencia". cuenta César. "Desafortunadamente, supuse que su amistad con la Reina de la Victoria significaría que ella estaría en primera fila... No pensé que me pediría un favor y tendría a Martha allí en su lugar, para evitar que yo... te ayudara". ..." explicó, mientras se estremecía.

Todo lo que Iron Saint tuvo que hacer al principio fue mirarlo desde el otro lado del ring y tronarse los nudillos, y eso fue suficiente para mantenerlo en su lugar.

"Por supuesto que traté de ayudar distrayendo a Gilles cuando estabas en la esquina con Spartacus, pero ahí fue donde todo salió mal..." continuó Caesar.

"No... trató de... golpearlo..." gruñó Calígula.

"Sí, pero aun así lo hiciste ", respondió Caesar. "Incluso si fue Spartacus arrojándote sobre él, aún así lo noqueó fuera del ring. Cómo no cayó sobre mí mientras Martha me estaba dando un buen golpe en la cara, nunca lo entenderé…" refunfuñó, mientras haciendo una mueca al pensar en Martha golpeándolo una y otra vez. Curó lo suficientemente rápido, gracias en gran parte a toda la energía mágica en Chaldea, pero no era algo en lo que le gustara pensar.

"El partido... debería haber... terminado... entonces..." señaló Calígula.

"Sí, muy bien debería haberlo hecho, pero siento que los comentaristas tenían razón al señalar que ni tú ni él habrían estado satisfechos con eso". César replicó. "Así que era una cuestión de encontrar un árbitro de reemplazo. Imagina mi sorpresa cuando la propia Boudica se presentó para el papel..."

"¡Contado... demasiado... rápido!" gritó Calígula.

"Por supuesto que contó demasiado rápido, ¡¿pero qué se suponía que debíamos hacer al respecto?!" César respondió. "No hubo nadie más que impugnara el reclamo y, francamente, ¡es exactamente el tipo de cosa que habría hecho si no hubiera estado ocupado viendo pequeños tarascos flotando alrededor de mi cabeza después de la golpiza que recibí!"

(Él puede o no haber estado exagerando con esa afirmación).

"La parte más irritante es que no puedo decir si ella planeó esto desde el principio o simplemente aprovechó una oportunidad cuando se presentó". él continuó. "De cualquier manera, nos superó en astucia en esto. En algún nivel, tengo que respetarla mucho por eso. No hay nada más que podamos hacer al respecto ahora".