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┌┘αgυѕτιиα└┐

📍 𝚂𝚊𝚗 𝚁𝚊𝚏𝚊𝚎𝚕, 𝙼𝚎𝚗𝚍𝚘𝚣𝚊
04 𝚍𝚎 𝚏𝚎𝚋𝚛𝚎𝚛𝚘 2021

— deja de dar vueltas Exequiel, decime de una vez lo que hiciste y listo.

— escúchame. –se acerca–. No quiero hablarlo ahora, estamos de vacaciones mi amor, no quiero.

— ¿me cagaste?. –lo miré–. Me estás aburriendo con tantas vueltas, decime la posta y listo.

Exequiel se quedó mirando el piso, yo estoy agarrandome la panza porque sinceramente me estoy sintiendo muy para el orto.

— no te cague ¿cómo se te ocurre eso? Cuando volvamos a Buenos Aires prometo decirte, pero te juro  que no es nada malo, créeme que no es nada malo.

— ¿¡por qué tanto misterio entonces!? Decime ahora.

— no te puedo decir ahora Agustina basta, ¿me crees a mí qué soy tu pareja o le crees a Julián?. –se cruza de brazos.

— ¡no se! Quiero que me digan las cosas boludo, no quiero quedar cómo una pelotuda.

— no vas a quedar cómo una pelotuda mi amor. –me abraza–. Yo jamás te fallaría.

— no basta. –lo empujé–. Una vez en tu vida decime la cagada que te mandaste, pone los huevos en la mesa y decime, Julián, justo Julián no va a decirme eso para joder o va a estar desesperado por hablar conmigo.

— capaz te quiere entrar que se yo.

— ¿vos sos pelotudo? Que ganas de cagarte a piñas que tengo. –me tape la cara de la bronca–. Exequiel te estoy dando la oportunidad, decime ¿qué pasó?.

— nada. –susurra.

Sus ojos se estaban llenando de lágrimas, caí, caí en cuenta que listo, me había cagado.

— ¿con quién?. –dije apunto de llorar.

— no se. –agacha la cabeza–. Agus porfavor, te juro que no quise, no pensé.

— ¡me estabas mirando a los ojos y igual me mentias! Sos una mierda Exequiel.

— ¡no sabía que decirte! Fue sin querer, sin pensarlo, me dejé llevar por el alcohol, por el momento.

— ¿¡sin querer!? ¡no seas tan hijo de puta! ¡yo estaba acá Exequiel, esperándote flaco! ¡vamos a tener un hijo!.

Las lágrimas habían empezado a salir, odiaba mostrarme tan vulnerable enfrente de él, enfrente de la persona que me acaba de hacer mierda.

— no vuelve a pasar, te prometo que...

— DEJA DE PROMETER. –lo empuje–. TODO LO QUE HICISTE FUE LASTIMARME CON TUS PROMESAS DE MIERDA, "VOY A CAMBIAR" ESO ME DIJISTE Y FUISTE FLOR DE HIJO DE PUTA, TE CAGASTE EN MI HIJO, EN MI FLACO.

Empezó a faltarme el aire por todo el llanto, Exequiel quiso acercarse, pero pude ver cómo le habían metido una piña, me asusté al ver que Paulo estaba encima suyo pegándole.

Pero lo único que me salía hacer era llorar, sentí que me estaban abrazando, al mirar era mamá.

— que no le pegue. –le pedí llorando–. Que le deje de pegar mamá.

Me ayudó a levantarme del piso y empezamos a caminar hasta la casa.

— ¡QUE YO LA VEA LLORAR DE NUEVO POR VOS!. –sentí el grito de Paulo.

Mamá me hizo sentar en su cama y me paso un vaso de agua, lo único que hago es agarrarme la panza, no puede ser, me siento muy para la mierda, se suponía que todo tenía que acabar.

— ma...no todo es cómo escuchaste, te juro que no es así.

— basta Agustina, escuché perfectamente todo. –me mira–. ¿Te pensás qué te mereces eso? No, no te mereces eso, yo no me rompí el lomo enseñándole sus valores a ustedes para que vos termines en una relación así.

Me daba vergüenza, me daba vergüenza que mi mamá se haya dado cuenta de toda esa mierda, de todo lo que le oculte.

— ya encerré a Paulo en el baño. –viene Maite–. No le hizo tanto, pero.. un poquito si.

Me levanté para ir hasta Exequiel, pero mamá me agarró la mano.

— voy hablar yo con ese muchacho, vos te quedes acá con tu hermana.

Mamá se fue y mi hermana menor me quedó mirando, me tape la cara, estaba mal, no quería que todo esto pasará, me dejé llevar por el mal momento. Maite se acercó y me hizo acostar en sus piernas, mientras me hacía mimos en el pelo yo lloraba.

— ¿por qué aguantas tanto?. –me susurra.

— porque lo amo, lo amo demasiado, lo amo cómo nunca amé a nadie.

Suspire, Lionel se había puesto duró, lo estaba tratando de calmar haciéndole mimos, pero no había forma, no había forma y eso me pone peor.

Mi familia ya se enteró de todo... no hay otra oportunidad para Exequiel, no hay otra oportunidad para nosotros.

— Maite. –me seque las lágrimas–. Anda por favor y decime cómo está, necesitó saberlo.

— Agus. –me mira–. Mira cómo estás ¿qué importa él? Fíjate cómo estás vos, estás echa mierda, basta de ser tan masoquista por favor.

Me bañe, me bañe para relajarme y tratar de entender las cosas, entender porque Exequiel me falló así de nuevo, me juró, me juró que iba a cambiar y me falló.. me hizo pija.

Me quise asomar en la ventana para ver si estaba Exequiel, estaban en el patio con mi mamá hablando, Exequiel estaba con su cabeza agachada y mi mamá no se, no podía escuchar bien, pero le estaba dando una lección de vida prácticamente.

— me odio. –me tape la cara llorando–. Me odio, me odio.

εριѕο∂ιοѕ |ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ° ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃWhere stories live. Discover now