εριѕο∂ιοѕ |ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ° ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

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┌┘αgυѕτιиα└┐

📍𝙼𝚊𝚗𝚌𝚑𝚎𝚜𝚝𝚎𝚛, 𝙸𝚗𝚐𝚕𝚊𝚝𝚎𝚛𝚛𝚊.
19 𝚍𝚎 𝚓𝚞𝚗𝚒𝚘 2025

— ¡Lionel!. –sale corriendo Exequiel. Hijo, veni mi amor.

Me reí tocando mi panza al ver esa imagen. Era Exe tratando de agarrar a nuestro hijo para sacarle su celular.

— veni hijo. –lo alcé. Deja de pelear a tu papá.

— no podes alzarlo mi amor. –se queja Exe.

— déjame. –le saca la lengua Lio.

Lionel tiene cinco años, es igual de tremendo que Exequiel ni yo puedo creerlo.

— ¿querés qué hablemos con la madrina?. –lo mire.

— mi amor enserio, no hagas fuerza.

— ¡Exe! Yo puedo.

— pero les va hacer mal a las mellis.

Estoy de seis meses... eso que yo quería quedarme con uno nomas, pero me mandaron dos más y cerramos fábrica.

— ¿dónde fueron anoche con Julian?.

— a ningún lado gorda, tomamos algo tranqui. –me sonríe.

Asenti, Lionel empezó hablar con su madrina Selena.
Nosotros nos quedamos tomando mates.

Nuestra vida cambió completamente, al venirnos a vivir acá, a los problemas que teníamos antes.. ni nosotros podemos entender cómo hicimos para seguir juntos después de toda la mierda.

— toma amor. –me pasa el mate.

Lio me devuelve el celular y se va a jugar con las vecinitas.

— que no se haga el vivo ese pendejo porque lo voy a matar. –hable.

— pero esta bien que tengas amigas Agus. –se ríe. Tiene que ser un capo como papá.

— yo le voy a enseñar a que no sea como su papá justamente. –negué. Mini changuito pero versión buenito.

— yo siempre fui buenito, un buenito boludo.

Le hice montoncito y le devolví el mate. A ustedes les queda mucho por saber todavía de toda nuestra relación.. van a tratarme de pelotuda unas cuantas veces.

— mi hijo no va a tener novias.

— una no, dos, tres, cua.. –se quedó callado cuando lo mire mal. Perdóname mi amor, te amo.

— ándate a cagar forro.

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— bañate mi amor, con papá.

— no quiero bañarme, me bañe ayer.

— ¡qué te bañes te estoy diciendo!.

— no me grites mami, ya voy.

Se fue corriendo para el baño y yo me reí.

Subo para chequear que esté todo bien, estaban los dos jugando en la bañadera.

— papá me estaba contando un cuento. –me sonríe. ¿Mamá era la princesa qué te salvó?.

— si hijo, tu mamá me salvó de muchas. –sonríe.

Le di un beso a mi marido y sentimos un "iu" de parte de nuestro hijo.

— ya te quiero ver a vos cuando seas grande. –se ríe Exequiel.

— yo soy de mami. –me abraza. De nadie más.

Lo mire victoriosa, cambié a mi hijo mientras Exequiel terminaba de bañarse.
Le puse perfume porque es re canchero, lo alcé para comenzar a cocinar los dos juntos.

— ¿cuándo van a nacer las mellis mami?. –me mira.

— no se amor, en unos meses más ya van a estar con nosotros. –le sonreí.

— mira, yo pensé en nombres ma. Se pueden llamar Alma y Aitana ma.

— Aitana.. me gusta. –le di un beso en la mejilla. Te amo hijo.

— te amo más mami.

Me abrazó, era un niño demasiado dulce, estoy orgullosa de lo que estoy criando.

Nos sentamos a cenar los tres, mañana Exequiel entrenaba temprano, Lionel tenía jardín y yo tenía que ir a grabar unos videoclips.

Lio se quedó dormido con Exequiel y yo me quedé ordenando la cocina y demás.
Al subir a mi habitación estaba Exe ya acostado, me puse el pijama para acostarme al lado de él.

— antes de dormir tengo que hablar con mis princesas. –me da un beso.

— vos las alteras y ya son dos mi amor, es peor. –lo mire haciendo puchero.

— porque ellas aman a su papi. –levanta mi remera. Hola mis amores, ¿cómo están minis changuitas o minis mendocinas?.

— ¿mendocinas? Cállate. –me reí.

— y si vos sos de Mendoza amor. –me mira. En fin, no interrumpas nuestra charla.

Exequiel se quedó hablando con mi panza, dándole besos, haciéndole mimos. Había conocido un lado de Exequiel que era, era único.

Nos terminamos amando mucho más de lo que pensábamos, terminamos siendo felices después de tantas idas e vueltas, después de tantas cosas juntos.

— te amo. –sube hasta a mí. Gracias por esto.

— te amo más mi chango hermoso.

No puedo ser más feliz.