¹⁷

3K 182 48
                                    

┌┘αgυѕτιиα└┐

📍 𝙱𝚞𝚎𝚗𝚘𝚜 𝙰𝚒𝚛𝚎𝚜, 𝙰𝚛𝚐𝚎𝚗𝚝𝚒𝚗𝚊.
14 𝚍𝚎 𝚓𝚞𝚕𝚒𝚘 2020

Terminé de ordenar, mayormente cuando me pongo triste me pongo a ordenar, mi pieza quedó impecable, no puedo creerlo.

Me senté en la ventana para fumar un pucho mientras miraba el celular, entró Diana a la habitación.

— holis. –sonríe. ¿Qué onda?.

— ¿cómo estás?.

Se acerco a darme un beso en la mejilla y yo sonreí.

— estoy bien, con frío. –se sienta al lado mío.

— ¿vas a la cancha hoy?. –la mire.

— si.. tengo que ir a ver a mi novio.

Asenti riendo, ya se por donde viene la cosa.

— ¿no vas ni ahí, no?. –me mira.

— no... no tengo ganas de ver a Exequiel. –me reí. No vayas ya fue.

— pero ya le dije que si iba, voy solita.

— te juro que te acompañaría pero no me da, no quiero verlo.

— no pasa nada mi amor. –me da un beso en la mejilla. ¿Tomamos unos mates?.

— terminó el cigarro y voy.

Salió de la pieza, me quedé pensando... en éstos días obvio no volví a verlo y mucho menos a hablarle. Recién guardé sus cosas en una bolsa, no se cuando, pero en algún momento se las voy a dar.

Apagué el cigarro, me lavé las manos y fui a la cocina para tomar mates con Diana. Decidí enfocarme en mí, el tema es que en el día estoy ocupada, grabando, con las chicas, Celeste, y no, no le doy mucha importancia a todo lo que paso.. pero llega la noche y todo se va al choto, me acuesto y no hago más que pensar, pensar y pensar en lo que paso, en la manera de la que me falló.

— llegué. –habla Melanie. Traje a este perro mugroso.

Rayo viene corriendo, es el perro de Celeste y se supone que de Enzo, pero más de Celeste.

— ¿por qué le decís mugroso? Pobrecito mi cosita. –lo acaricie. Hermoso sos.

— se caga por todos lados, estoy enojada con Celeste ¿saben dónde está?.

— se fue con Ornella a comprar. –le habla Diana. En un toque volvían dijeron.

Me quedé jugando con Rayo mientras Diana hacía los mates. Mel..Mel se enamoro, cuestión que ninguna tonta se agarró a Lucas Beltrán, mientras no la lastime y esta todo piola.

Saqué un ratito al perro afuera para que haga pis o cague, no se que se le ocurre.



΀



Estoy estresada, Mau me invitó a una joda y no se que ponerme.

Diana y Melanie me están tratando de ayudar, pero yo soy más indecisa que la mierda y las pongo de mal humor al dar tantas vueltas.

— ¿te lo vas a comer?. –pregunta Mel de la nada.

— ¿qué son esas preguntas? Obvio que se lo va a comer.

— ¡no!. –las mire. Somos amigos, no empiecen a flashear, basta.

— mañana me contas si cambiaste de opinión. –dice Diana.

— ¿me pueden ayudar?.

No quiero ir de vestido porque hace frío, pero no me gustan cómo me quedan los jeans.

— toma esta pollera esta linda. –me pasa Mel.

— hace fri...

— el frío es psicólogo. –habla Diana. Y si te enfermas yo te cuido, si.

Me reí, me terminé poniendo la pollera con un body abajo, me quedé mirando al espejo unos minutos. Exequiel se fue y se llevó un montón de cosas con él, mi autoestima por ejemplo.

— no quiero ir. –me senté. Ya me puse triste.

— no. –me agarra la mano Melanie. Tenes que ir, te va hacer bien salir y olvidarte de todo ¿hace cuánto no salís de noche? Está perfecto.

Salgo todos los días de joda, me pongo hasta el pingo todo los días, esta fue mi semana.

Mau me pasó a buscar, saludé a mis amigas.

— avisanos cualquier cosa, si te volvés sola pásame la ubicación para esperarte. –grita Diana.

— las amo. –les di un beso.

Camine hasta el auto, al entrar le di un beso en la mejilla a Mau, atrás estaba Fmk, chocamos los cinco.

Al llegar a la joda no me despegó de Mauro, no conozco a nadie y aunque no parezca, me cuesta socializar, soy muy tímida yo... pero a los dos fernets y un vino se me pasa.

Mi sonrisa se borró al ver a Exequiel también... ¡estaba bailando con una mina!.

— uh.. yo no sabía que iba a venir ese gil, vamos a otro boliche.–habla Mauro.

— nono, está bien. –le traté de sonreír. No pasa nada, vamos más allá.

Caminamos hasta las otras mesas, nos quedamos tomando, Enzito ya se había perdido por ahí. Nosotros estamos hablando y tomando algo, si estamos en un boliche y hacemos esto, pero no pasa nada.

Cuando Exequiel se dio cuenta de mi presencia su cara de orto al verme con Mauro fue muy notable, trate de no darle bola y seguir con lo mío. No me quiero bajonear y ponerme a llorar acá nomas.

— ¿vamos a bailar?. –le extendí la mano.

— soy muy de madera, pero si. –se ríe. Posta soy duro eh.

— no pasa nada Maurito, cosas que pasan.

Nos dejamos llevar por la música, estamos haciendo cualquier cosa los dos.. pero la pasamos bien.

Mauro me hizo olvidar de todo un rato, me desconecto de todo hasta estando en el mismo lugar que Exequiel. Amistad asi, me llenan el corazón.

εριѕο∂ιοѕ |ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ° ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora