εριѕο∂ιοѕ |ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ° ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

³⁸

┌┘αgυѕτιиα└┐

📍 𝙱𝚞𝚎𝚗𝚘𝚜 𝙰𝚒𝚛𝚎𝚜, 𝙰𝚛𝚐𝚎𝚗𝚝𝚒𝚗𝚊.
22 𝚍𝚎 𝚘𝚌𝚝𝚞𝚋𝚛𝚎 2020

Bueno, me estoy preparando porque juega boca, ¿contra quién? ¡contra Vélez!.
Lola entró a la habitación para darme un beso en el cachete.

— ¿estás lista?.

— no se si quiero ir. –la mire. Vos sabes como es Exequiel de calentón.

— si se calienta es un boludo porque el chabon no le hizo nada. –se ríe. Ni estuvo con vos.

Me reí nerviosa al escuchar eso, Lola me quedo mirando raro.

— Agus mi amor ¿qué hiciste cuando te separaste de Exequiel?. –me sonríe.

— en mi defensa fue una vez, y nada, eso.

— ¡sos una culiada!. –se empieza a reír. Te lo guardaste encima hija de puta.

— Exequiel no se puede enterar, Lola sos la única que lo sabe, porfavor no digas nada.

— yo soy una tumba, no digo nada, nada.

Si, estuve con Orellano, fue en una joda donde acompañe a Julián y Ornella, me terminé cruzando con Luca, hablamos, bailamos y una cosa llevó a la otra y terminamos en su departamento. Vale aclarar que yo estaba soltera, Exequiel y yo no estábamos juntos, fue cuando nos separamos.

Sin darle más importancia nos subimos al auto y Lola empezó a manejar hasta la Bombonera, Nicole iba hablando de cualquier cosa y yo iba mirando el camino, estaba atardeciendo encima, todo hermoso.
Nos acomodamos en los palcos, yo me quedé mirando al chango, estaba hermoso, es hermoso.

— te buscan, te buscan. –me jode Lola.

— basta. –la mire. No quiero, no quiero.

— ¿de qué hablan?. –nos mira Nicole.

— boludeces hermanita. –la abraza Lola.

El partido empezó, estamos mirando mientras cantamos las canciones de boquita.
Me quedé quieta cuando Exequiel en un córner que era para Vélez se le hizo el piola a Luca con la pelota, osea no boludeo con la pelota, terminaron puteandose, me va a dar algo.

Con un gol de Villa estamos ganando 1-0. Terminó el primer tiempo, caminé hasta los baños para lavarme las manos, me mire al espejo para arreglarme un poco el pelo, estaba desastrosa, con Lola que me abrazaba cada dos segundos y me despeinaba.

Al salir volví donde estaban mis amigas, una usaba el celular y la otra miraba al colorado, adivinen cuál es cuál.
Me ponía de buen humor estar acá, ver los colores, estaba en casa.

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El partido terminó, ganamos nomas, cómo siempre.
Estamos esperando a Exequiel, pero el que termina saliendo es Luisito cagandose de risa. Nos saluda a las tres.

— ¿el chango?. –lo mire.

— el chango está re caliente, esta hablando con Marquitos. –se ríe.

— ¿qué hizo?. –interroga Lola.

— viniendo para acá se dijeron un par de cosas con Orellano, dos pelotudos.

Vi que Nicole lo quedo mirando boba, la codeo, nono, Luis es demasiado gato, no es por ahí... bueno, quién soy para hablar, pero no importa.

Estar embarazada y tomar líquidos cada dos segundos afecta, caminé al baño que estaba más cerca, hice mis necesidades y me lavé las manos.
Al salir me choque con alguien, justamente con Luca, chau.

— perdón. –me mira. Agus.. hola.

— ¿todo bien?. –trate de sonreírle. Perdón salí sin mirar.

— no pasa nada, tranquila. –se ríe.

— perdóname pensé que no iba a cruzarte y.. le di algo a Exequiel para que te diera a vos.

Se me baja la presión, ¡se me baja la presión!.

— ¿qué le diste?. –lo mire rápidamente.

— la cadenita que te olvidaste en mi casa esa vuelta.

Ay no, la puta madre. Sentí que me vibró el celular, era un mensaje de Lola el cuál leí en la barra de notificaciones nomas.

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Lolita 😍  culia, donde estás? Exequiel ya salió y esta con MANSA cara de culo😬

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Sin decir nada más, iba a irme, pero en eso me tropecé, haciendo que Luca me agarre rápidamente, concha. Quedamos a centímetros ahora.

— ¿por qué no tenes cuidado?. –se ríe.

— ah bueno. –aplauden.

Empujo a Luca al sentir la voz de Lola.

— Lola. –caminé hasta donde estaba. ¿Vamos?.

— te amo, que idola sos. –me abraza. Pero saluda al chico mi amor.

Me reí nerviosa para acercarme a despedirme de Luca, Lola la saludo simplemente con la mano y caminamos hasta donde estaban todos. Lola y Niki se fueron con el colorado y Luis, yo con Exequiel.

Apenas entramos al auto Exequiel me tiró la cadenita sobre mis piernas.

— ¿me explicas o sacó mis conclusiones sólo?. –se ríe.

— no hay nada que explicar. –me reí nerviosa. No te vas a poner así por eso.

Exequiel empezó a manejar sin decir nada, agarro la cadenita aún nerviosa y la guardo en mi bolso. ¿Cómo la dibujó ahora? Tiene cara de culo.

Llegamos a casa, al entrar Exequiel me agarro la cintura para besarme, no entiendo nada. Me apoyó contra la pared, me separé confundida.

— ¿no estabas enojado?. –lo mire.

— si, estoy enojado y celoso. –me saca la remera. Pero necesitó saber algo.

Me alzó con cuidado y camino hasta la habitación, le saque la remera a los besos, pasé mis manos por toda su espalda desnuda, pegandolo más a mí.
Me saco el pantalón junto a la tanga para comenzar a entrar en mí, clave mis uñas rápidamente en su espalda.

— mírame. –me agarra el cuello moviéndose.

No era fácil abrir los ojos cuando tenes a Exequiel encima tuyo moviéndose. Finalmente lo miré, me dio un beso cortó.

— ¿sos mía?. –se mueve más rápido. Dale, decime. –me susurra al oído.

— soy tuya. –solté un gemido.

Exequiel soltó una sonrisa de ganador y me comió la boca. Ponete celoso más seguido.