¹⁸

3K 197 64
                                    

┌┘αgυѕτιиα└┐

📍 𝙱𝚞𝚎𝚗𝚘𝚜 𝙰𝚒𝚛𝚎𝚜, 𝙰𝚛𝚐𝚎𝚗𝚝𝚒𝚗𝚊.
15 𝚍𝚎 𝚓𝚞𝚕𝚒𝚘 2020

Estamos en el patio del lugar fumando un porrito con Lit.
Nos estábamos tirando palitos si, pero no pasaban de eso, creo que así estaba bien.

— ¿nunca te quemaste las pestañas prendiendo un porro?. –me mira.

— uh si, una vuelta. –me reí. Casi me morí.

Se ríe, sin darnos cuenta habíamos quedado frente a frente, literal estábamos a centímetros para poder chaparnos.

Pasé mis manos por su nuca y cortamos la distancia, comenzamos a chaparnos. No me gusta la idea de confundir las cosas entré amigos... pero es Lit Killah, tanto no me voy hacer de rogar.

Nos separamos por falta de aire, desvíe mi mirada para al lado nuestro, estaba Exequiel con una rubia en su falda.. casualmente dejó de mirar cuando yo lo miré.

— ¿vamos para otro lado?. –le agarré la mano a Mau.

— vamos, vamos.

Volvimos con Enzito, nos quedamos boludeando entré los tres.
Mi noche se basó en eso, tomar, fumar y chaparme a Lit de vez en cuando, cuando pintaba nos encarabamos.

Estoy entrando al edificio cómo puedo, no tomó más definitivamente.
Salgo del ascensor para llegar a mi piso, veo a un Exequiel sentado fuera de mi puerta.. ¿qué mierda hace acá?, al mirarme vi que tenía la cara golpeada.

— ¿qué te pasó?. –me acerqué rápidamente.

— sólo, no importa. –se alejó. Quería asegurarme de que llegues a tu casa nomas.

— no Exequiel, estás todo golpeado ¿qué te pasó?. –le agarré el brazo.

— me agarre a piñas ¿no es obvio?.

Suspire, abrí la puerta y pasamos los dos. Sabía que estaba Celeste durmiendo con Diana y Melanie, se habían quedado a dormir acá.

— hace silencio porfavor. –le susurre.

Asintió, caminamos con cuidado hasta mi habitación, se sentó en mi cama y mire bien. Tenía un ojo golpeado y el labio cortado, es un pelotudo.

Caminé hasta el baño para agarrar gasas y un poco de alcohol. Me senté enfrente de él y empecé a curarlo.

— ¿por qué te peleaste?. –lo mire.

— porque.. un amigo, te quería ir a encarar. –me miró. Me enojé, nos empezamos a bardear y bueno.

— aja si, por mí. –me reí.

— no fue lindo ver cómo te chapabas al que me decías que era sólo tu amigo.

— salís perdiendo Exe, no metas esos temas.

Terminé de curarlo, le di ropa de él para que se cambie, no iba a dejar que se vaya así, no puedo.
Me cambié en el baño, me lave los dientes y la cara sacandome el maquillaje.

Al volver a la pieza, cerré con llave por las dudas, Exequiel no se cambiaba todavía.

— me da vergüenza después de lo que hice.

— cambiate, así podes dormir cómodo. –lo mire.

Se empezó a cambiar, evite mirarlo, me distraje con el celular. Estábamos cada uno en una punta de la cama, yo estaba mirando cosas en el celular, eran las ocho y media de la mañana.

— ¿en algún momento me vas a poder perdonar?. –se da vuelta para mirarme.

— no lo sé. –bloquee el celular. Fue mucho lo que hiciste.

— pero... yo te amo, soy una mierda expresando mis sentimientos pero te amo, me enamoré Agus y sé bien que fui un pelotudo... pero voy a luchar.

— ¿luchar, cómo? ¿Comiendote a otras?. –me reí. Creo que no Exequiel, no puedo perdonar algo así.

— déjame intentarlo al menos.. por favor, dame la oportunidad de luchar por lo nuestro, por recuperar lo que yo cague.

Sus ojitos... se veían tan sinceros, una parte de mí no quería, quería mandarlo a la mierda y decirle que no había vuelta atrás, pero, pero otra me decía que lo dejé intentarlo, que pruebe con perdonarlo, que las cosas podían ser diferentes.

— estoy confundida. –me tape la cara frustrada. Es mucho y no puedo, no es fácil.

— ya se que no es fácil, no me digas que si, ni que no, yo.. yo voy hacer lo posible para que puedas perdonarme, voy a cambiar, voy a cambiar por nosotros, por vos.

Se acercó más.. se acercó más y sabía, sabía las intenciones que tenía, aunque lo amé tanto no puedo perdonarlo tan fácil, fue mucho el daño que me causó.

Me di vuelta para abrazar una almohada y tratar de dormirme, no quiero pensar en más nada, estoy por ponerme a llorar, por quebrarme y decirle que si, que si quiero estar con él, me siento débil, vulnerable sin él.

— te amo. –me da un beso en el hombro. Descansa bien, gracias por dejar que me quedé.

Lo ignore, si hablaba lloraba, lloraba por todo lo que no podía decirle.

Me sacaste las ganas de todo Exequiel.

εριѕο∂ιοѕ |ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ° ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃWhere stories live. Discover now