εριѕο∂ιοѕ |ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ° ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

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┌┘єϰєգυιєℓ└┐

📍 𝙱𝚞𝚎𝚗𝚘𝚜 𝙰𝚒𝚛𝚎𝚜, 𝙰𝚛𝚐𝚎𝚗𝚝𝚒𝚗𝚊.
14 𝚍𝚎 𝚊𝚋𝚛𝚒𝚕 2020

Me removi en la cama dormido, pasé uno de mis brazos alrededor de la cintura de Agustina.

— me tiraste el celular en la cara. –se queja.

— es temprano para que uses el celular. –hablé dormido.

— son las tres de la tarde chango. –se ríe.

Abrí uno de mis ojitos para chequear la hora en mi reloj, si eran las tres y media. Agus dejó el celular y se apoyó sobre su mano para quedarme mirando.

— ¿a qué hora te despertaste?. –la mire.

— dos y media. –sonríe. Cómo roncas boludo.

Mire bien alrededor de la pieza, era la de Selena claro, anoche dormimos ahí.

Agus se iba a levantar pero le agarré la mano tirandola encima mío para darle un beso.

— quedémonos acostados un ratito más. –le di un beso.

— puede llegar Selena y nos saca cagando. –se ríe.

— la sacamos cagando nosotros.

Se acostó encima mío, empezó hacer garabatos con la yema de sus dedos por mi pecho.
Mis manos estaban una en la cintura hermosa que tiene y la otra en el culo.

— que hermosa que sos. –sonreí.

Me dio un beso cortó.
La que volvió a besarla fui yo, Agustina pasó sus manos por mi nuca para profundizar el beso.
Di media vuelta para quedar encima de ella, le saque la remera con cuidado y la dejé a un costado de la cama.
Empecé a dejar besos por su cuello, donde dejé dos pequeños chuponcitos, pero nada más.

Le desabroche el corpiño y llevé uno de sus pechos a su boca y con mi mano libre apreté el otro.

Agustina llevo una de sus manos hasta la mesita de luz de Selena donde sacó un forro.
Bajé mi bóxer y Agus colocó el condón en mi compañero.
Empecé a entrar en ella con cuidado.

Le tape la boca mientras seguía moviendome sobre ella, deben estar las chicas en el comedor y no queremos que escuchen nada.

De ante mano, Selena perdona por usarte la cama.

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— ¿vas a cambiar las sábanas?. –la mire.

— si, no quiero que Selena se de cuenta. –se ríe.

— pero si vas a cambiar las sábanas boba.

— después veo que excusa le meto.

Terminamos de cambiar las sábanas de la cama y fuimos hasta la pieza de Agustina, no había nadie.

Me tiré en la cama.

— no te acomodes. –me señala. Voy a bañarme, prepara algo para comer.

Me dio un beso y caminó hasta el baño.
Fui hasta la cocina, estaban sus amigas tomando mates, me quedaron mirando sin poder creerlo.

— ¿qué haces vos acá?. –habla Celeste.

— ¿¡los ruidos de la cama fueron ustedes!?. –dice Diana sorprendida.

— no se que decís. –mire a Diana. Permiso.

— Zeballos. –habla Melanie.

Me agarro del brazo y me llevó hasta la sala.

— ¿qué te pasa?.

— ¿sabes dónde está Luis? Porque no me respondió.

— no tengo idea, seguro se fue de joda para serte muy sincero. –la mire.

Asintió agachando la cabeza, me daba cosita.. pero bueno, Luis me mandó al frente con Agustina yo también.

Terminé pidiendo una pizza porque no había nada para cocinar.
Subí hasta la habitación de Agus, estaba sentada en la cama secándose el pelo.

— pedí pizza mi amor. –me senté al lado de ella.

— que rico. –sonríe.

— podemos mirar Shrek mientras la comemos.

Nos sentamos sobre el respaldo de la cama y agarré el control para entrar a Netflix. Agus empezó a comer la pizza y me pasó un poco.

Y así fue nuestra tarde, comiendo pizza y mirando las películas de Shrek.
Ahora ya Agus estaba acostada sobre mi pecho.. la miraba, la miraba y sabía que no quería mirar a nadie más.

— vos sos mi princesa Fiona. –la abracé.

— ¿por qué?. –me miró sin entender.

— cuando estás de buen humor sos una cosita hermosa. –la llenó de besos. Pero te pones de mal humor y se pudre todo, con todos.

— así me conociste.

— ¡mentira! La primera vez que te vi de mal humor fue muy traumático para mí.

— cállate exagerado.

Me llenó de besos y yo sonreí.

Era así.. estoy decidido, no puedo ni quiero mirar a nadie más que no sea Agustina.

No quiero nada si no es con ella.

— te amo. –le susurraba al oído. Te amo, te amo.