25. Incierto.

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Narra Caitlyn

— ¿Cómo que se fue? — Le exclamé a la chica detrás del escritorio.

— Sí, señorita. — Suspiró impaciente. — Le dieron el alta hace un par de horas. — Avisó sin siquiera apartar la vista del computador.

— ¿Sabe si se fue sola? — La cuestiono, esto no era nada bueno.

— Se fue con unos hombres. — Yo fruncí el ceño confundida.

— ¿Cómo que con unos hombres?

— Sí, hombres en trajes y si me lo permite... debo continuar haciendo mi trabajo, pase buenas noches.

¿Qué diablos estaba sucediendo? ¿Hombres en traje? Caminé hacia el exterior para encontrarme con el auto de William aparcado a unos metros de la entrada.

Lucía inquieto a través del cristal y me apresuré a entrar en el vehículo.

— Harry llamó, dijo que había descubierto algo muy importante. — Puso el coche en marcha mientras hablaba. — Caroline no está, ¿verdad? — Asentí en respuesta.

— La enfermera dijo que se fue con unos hombres y no creo que eso signifique nada bueno, ¿qué dijo Harry?

— Pues, parecía muy exaltado, parece que descubrió algo bastante grave, Cait. — Resoplé sintiéndome tan impotente, no veía la hora en la que todo esto se arreglara.

— Préstame tu teléfono. — Me pasó el aparato y rápidamente marqué el número de papá, un tono, dos tonos, tres... y nada. Así pasaron los segundos y nada. — Que raro. — Fruncí el ceño y le volví a marcar pero no contestó.

— ¿Qué sucede? — Inquirió curioso.

— Mi padre no contesta. — Analicé la situación extrañada, tenía dos días sin ir a casa y no había tenido contacto con él desde entonces.

— ¿Quieres que pasemos por tu casa primero?

— No, si pasara algo, ya me habría enterado, ¿no crees? — William asintió no muy convencido y yo tampoco lo estaba, pero necesitaba preocuparme por un problema a la vez, porque si no, volvería a colapsar.

El camino a casa de Harry se me hizo más largo que de costumbre, por lo que en cuanto William apagó el automóvil, aceleré el paso a la casa y toqué el timbre exageradas veces.

La puerta se abrió dejando ver a una Maddison ensimismada pero era la persona que menos quería ver en este momento por lo que no me importó en lo absoluto y pasé por su lado como si de mi casa se tratara.

En el salón, estaban sentados Harry y Patrick viendo alguna cosa en el ordenador.

— ¿Qué sucede? — Llegué hasta a ellos dedicándome a mirar solo a Harry, aunque pude notar que ambos tenían la misma expresión extraña de Maddison.

— ¿Cerraste bien la puerta? — Harry se gira en dirección a su hermana a lo que ella asiente sin decir nada más. — Es mejor que te sientes Caitlyn. — Advirtió y yo no hacía más que ponerme nerviosa con tantos rodeos.

Me senté en el sofá individual y sentí que William se colocó detrás de mí.

— Intenté rastrear el teléfono que me pediste, la última ubicación fija es la del hospital por lo que supongo que allí fue cuando te lo robaron. — Señala a lo que yo asiento. — Desde entonces ha estado en constante movimiento. — Frunzo el ceño.

— ¿Eso qué significa?

— Aún intento determinarlo. — Teclea alguna cosa y enciende el gran televisor frente a nosotros. — Pude extraer dos archivos multimedia recientes antes de que el teléfono se pusiera en marcha. Uno es una grabación de voz y el otro es... — Dejó las palabras al aire. — Ustedes mismos véanlo.

DisforiaWhere stories live. Discover now