4. Inconcluso.

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Narra Caroline

— Bueno, está demás decirles en qué consiste el juego, pero de todos modos lo haré. — Maddison les explicaba a todos los presentes que se mantenían en silencio mientras ella hablaba. — Utilizaremos una botella, otra vez y esta vez, no hagan trampa. — Dijo alternando su vista entre Cait y yo pícara. — A la persona que elija el cabezal de la botella le hará una pregunta o un reto a la persona que apunte el otro extremo de la botella.

Una chica que recordaba como Lissa alzó la mano dejando en claro que tenía una duda.

— ¿Y si alguien no quiere responder una pregunta?

— Simple, se tomarán un shot, y si no quieren hacer el reto, se toman un shot, pero para que no hagan trampa. — Volvió a alternar la vista entre mi hermana y yo. — Se pueden tomar un máximo de tres shot entre las preguntas y los retos que los hagan, así que inviertan bien sus shot y, ¡que empiece el juego!

Las preguntas de las personas no iban más allá de si le gusta alguien, en eso le preguntaron a Caitlyn que si le gustaba Harry y ella se tomó un shot, cosa que Patrick no le dió ni la más mínima importancia.

No entendía esa relación, había más desinteres uno en el otro que cualquier adolescente a las clases de matemáticas, pero ¿quién era yo para juzgar?

Luego a mi me retaron a tomarme un batido de huevo crudo y lo tuve que hacer ya que era eso o el alcohol que podría hacerle daño a mi bebé.

El juego continuó con retos asquerosos y de besos y preguntas incómodas, todos, a excepción de mí, ya habían agotado su comodín de los tres shots, así que Caitlyn no pudo recurrir a ello cuando alguien le preguntó.

— ¿Es cierto que estás embarazada?

Por alguna razón sentí la situación a continuación como un déja vu cuando todas las miradas cayeron sobre mi hermana como aquella vez jugando al estúpido juego.

Creo que de todos los presentes habían cuatro miradas más intensas, primero la de Patrick y Harry, luego la de Maddison y la mía.

Aunque no quería que mi hermana abriera su boca y me echara a los leones, otra parte de mí si deseaba que dijera que era yo la estúpida pero eso no sucedió.

— Sí. — Respondió Cait con seriedad, se puso de pies y se metió a la casa como alma que lleva el diablo.

Harry, Patrick, Maddison y yo nos pusimos de pie como por inercia, pero Harry al sentir las miradas curiosas e inquisidoras sobre él volvió a sentarse a la orilla de la piscina, Caitlyn no tenía que especificar que entre ellos había sucedido más que un beso para yo darme cuenta de lo obvio, pero eso era otra historia.

Patrick fue detrás de mí hermana con desesperación parecía cagado de miedo, y Maddie y yo le seguimos detrás.

Caitlyn estaba sentada en la escalera que daba al segundo piso de la casa, Patrick estaba frente mirándola, era como si su cuerpo estuviese allí pero su mente divagaba por otro lugar.

— Lyn, ¿cuándo te enteraste? ¿Por qué no me contaste? — Patrick se acercó a ella y se sentó a su lado pasando su brazo por el hombro de mi hermana atrayéndola hacia él.

A pesar de que en ese noviazgo no había más amor de pareja, el amor de amigos y el cariño que ambos se tenían era envidiable, Patrick había sido y sigue siendo como un hermano mayor para mí y además es muy maduro para ser tan guapo.

— Te contaré allá arriba. — Inquirió Cait echando la vista detrás de mí, a lo que yo me volteé y vi a todos los invitados fingir que hacían cosas afuera solo para escuchar la conversación de adentro. — Con tu permiso. — Dijo observándome a lo que yo asentí.

DisforiaWhere stories live. Discover now