𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 13

968 141 19
                                    

Lilith miró a la castaña bajar del jet privado que habían enviado con total seguridad, los lentes negros y el abrigo de cuero del mismo color

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Lilith miró a la castaña bajar del jet privado que habían enviado con total seguridad, los lentes negros y el abrigo de cuero del mismo color. A su lado una gran loba de pelaje blanco.

Andrómeda se levantó los lentes y corrió hacia Lilith para abrazarla.

—¡Wow!—se sorprendió la rubia ante la fuerza del abrazo—¿cómo estuvo todo en tu funeral?

—Lindo, muchos lloraron—contesto con una sonrisa antes de voltear a ver a William y extender su mano—Helena Rowley o Andrómeda. Como tú prefieras.

William la tomo con una sonrisa y Lilith rio cuando Mangata se arrimó en sus piernas. Se puso en cuclillas para acariciarla, solo había visto a esa loba una vez, hace mucho tiempo, recordaba que el niño que la llevaba le digo a William que era un perro muy grande.

—Hola, hermosura—saludo.

Mangata correspondió con un aullido.

—Muévete, Mangata—ordenó Asthon vestido casi igual que Andrómeda—es mi turno de saludar.

Lilith rio y abrazo al rubio.

—Hola, rubio.

—Hola, rubia, William—Asthon se volteó hacia William —es un placer verte sin una daga en el pecho.

—Lo mismo digo, el otro día lucían más rudo.

Asthon se encogió de hombros.

—El gen asesino. 

Mangata se alejó de Lilith y se acercó prácticamente corriendo al último pasajero que bajo del Jet.

—Andrómeda

Se quejó Klaus cuando Mangata se paró en dos patas y las otras dos las puso en los hombros de Klaus

—Quítame a tu peluche gigante de encima.

—Le agradas—dijo Andrómeda con una sonrisa—no seas malvado.

Lilith pensó que el pelinegro le soltaría un comentario sarcástico a la menor o un "no me importan si le agrado", pero Klaus no dijo nada, solo frunció el ceño y tomo la correa de Mangata.

Eso había sido raro.

—Vamos, empezará a llover—dijo William empezando a caminar—pensábamos en ir de compras hoy, pero si están cansados puede ser mañana.

—Mañana sería bueno—dijo Andrómeda—casi no dormimos anoche.

—¿Cómo estuvo el funeral?—pregunto Klaus. 

—¿No estuviste ahí?—pregunto William.

—No, no sé cómo consolar personas deprimidas, aún más cuando yo sé que la persona por la que se deprimen está viva.

Andrómeda le dio un codazo y Lilith paso su brazo por encima de los hombros de Asthon. 

Cuando llegaron al auto a Lilith le fue imposible no soltar una carcajada cuando vio a Mangata echarse en las piernas de Klaus y Andrómeda. 

𝘚𝘦𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘱𝘪𝘵𝘺 | 𝘊𝘳𝘦𝘱𝘶𝘴𝘤𝘶𝘭𝘰Where stories live. Discover now