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—¡Déjenme salir!
Lilith volvió a golpear la puerta, llevaba ahí horas. Fue cuando escucho voces afuera que empezó a gritar más fuerte.
—¡Ayuda!
—¿Lilith?
Soltó un suspiro de alivio cuando escucho la voz de su primo al otro lado.
—Lucien, sácame de aquí. Por favor.
A Lucien le había parecido extraño que cuando llego su padre no estaba y todas sus alarmas se encendieron cuando escucho gritos arriba.
—Esta cerrada con seguro—dijo Lucien moviendo la manija.
—Tiene que sacarla antes de que su padre llegue, él tiene la llave—dijo la mucama que lo había llevado a la habitación—traerá a los Argent...
Lucien se alejo de la puerta aturdido.
No.
Su padre no haría algo como eso, Oliver se dedicaba a matar cazadores junto a los Halcones. Lilith paso saliva cuando oyó a la mucama.
—Lucien—susurro con voz temblorosa—por favor sácame de aquí. Por favor.
—Mi padre no haría algo así, Lilith —dijo alejándose de la puerta —no sé qué está pasando, pero voy a descubrirlo.
Lilith sintió su alma caer al suelo pensando que su primo la dejaría encerrada. ¿Qué iba a pasar si los Argent llegaban?. Iban a matarla. Eso era seguro.
—¡Soy hija de Alisha Argent!—grito la rubia en un intento desesperado—¡Soy hija de Alisha Argent y Kol Corbeanit! ¡No soy tu prima!
Lucien palideció.
—Van a matarme, Lucien. Ayúdame a salir. Te lo suplico.
Lilith sintió sus ojos llenarse de lágrimas, su vida había cambiaba mucho en muy poco tiempo. Eso estaba matándola.
—Aléjate de la puerta—ordeno su primo en un susurro.
Lilith no dudo en hacerlo y se alejo lo más que pudo. El sonido de Lucien pateando la madera la alivio. Fue un sonido brusco que por alguna razón le había dado esperanza.
El sonido se repitió una y otra vez hasta que la madera se rompió lo suficiente para que Lilith pudiera pasar.
