𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 11

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Habían llegado de madrugada a Nueva York

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Habían llegado de madrugada a Nueva York. Lilith estaba exhausta, antes de ir al aeropuerto había ido a la casa de los Cullen.

Jasper era callado, pero la había tratado con amabilidad. Alice era muy alegre y rápidamente le había dicho que serían buenas amigas. Esme le recordaba mucho a Lunet, amable y cariñosa.

Carlisle era la representación perfecta de un padre de familia. Ya había convivido antes con Rosaline y su novio Emeet.

William vio a Lilith cabecear y soltó una risa, hizo que se recargara en él y Lilith no dudo en cerrar los ojos cuando el aroma a colonia masculina llegó a ella. Había algo en el rubio que la hacía sentir a salvo.

El resto del trayecto en el taxi pasó borroso para ella y cuando sus ojos se abrieron un poco fue cuando William la levantó en brazos y empezó a caminar con ella.

Por las luces, Lilith determinó que habían llegado al hotel.

—Espera aquí — le susurro William mientras la dejaba en un sillón de recepción.

—No me moveré —contestó Lilith sin abrir los ojos. 

Minutos después, William volvió y la levantó sin esfuerzo. No parecía molestarle el hecho de que Lilith no tuviera la intención de caminar. 

—¿Y las maletas? —preguntó Lilith 

—Las llevará el botones —contestó William subiendo al elevador. 

—¿Iremos mañana? — preguntó 

—Por la tarde.

Lilith iba a hablar a la policía para conseguir información sobre cómo podían hablar con Damon, pero sabía que cuando lo hiciera por alguna razón Lucien y Oliver se entrarían. 

William salió del elevador y camino hasta la habitación. Puso la tarjeta de acceso con facilidad sobre la cerradura y sin prender la luz dejó a Lilith en la cama. 

Fue hasta entonces cuando la rubia abrió los ojos. 

—Voy a prender la luz —aviso William, Lilith levantó el pulgar sin saber muy bien si él la vería entre la oscuridad. 

Cuando todo se iluminó, Lilith frunció el ceño al ver que solo había una cama. 

—Yo no duermo,no necesariamente — aviso William como si leyera su mente —aquí en Nueva York hay muchos cazadores, ya sabes tus primos viven aquí, Mikael no perdería la oportunidad de matarlos por si alguna vez salen del sur. 

Lilith se molestó, ¿cuál era la necesidad de su abuelo por querer matar a dos adolescentes? 

—Les teme— dijo William y Lilith gruñó al ver que parecía leer su mente — a tus primos, Mikael les teme. En especial a la niña. 

—¿Por qué? ¿Por qué exactamente? 

William la observó mientras se sentaba en el sillón frente a la cama. 

𝘚𝘦𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘱𝘪𝘵𝘺 | 𝘊𝘳𝘦𝘱𝘶𝘴𝘤𝘶𝘭𝘰Where stories live. Discover now