Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.
Lilith en serio hubiera querido conocer un poco a su madre biológica.
Conocer su voz.
Ella amaba a Lunet con todo su corazón y su muerte aún le pesaba en los pensamientos. Había terminado de leer las demás cartas de Alisha en el avión, todas decían prácticamente lo mismo, que no se arrepentía de dejarla porque sabía que viviría mejor.
Que no buscará a su padre, no especificaba el porqué, pero Lilith podía darse una idea. Y que en caso de que alguna vez su abuelo Mikael la encontrará estaría protegida por los Corbeanit.
En la última carta había una frase que por alguna razón no podía sacarse de la cabeza.
Mi mejor secreto se encuentra detrás del árbol familiar.
¿Qué significaba exactamente?
Había dejado a William en el aeropuerto antes de tomar un vuelo a Francia. Tenía la suficiente información para enfrentar a su tío y la verdad es que quería sacar todo de ella.
No más mentiras.
Solo quería volver a encontrarse a sí misma. Salir del acantilado en donde había caído. Al llegar a la mansión Corbeanit era casi de noche, los últimos rayos de sol se ocultaban detrás del gran bosque a su alrededor.
No le había avisado a nadie de su llegada, así que tocó esperando que alguien le abriera. No pasó mucho tiempo cuando una mujer de no tan avanzada edad le abriera.
Le dijo que su tío estaba en su oficina y que Lucien se encontraba de viaje.
—¿Quiere que prepare su habitación Señorita?
Lilith negó.
—No, yo solo estoy de paso.
No espero respuesta antes de empezar a caminar por el lugar que ya conocía. Toco la puerta y cuando escucho la voz del otro lado pasó. Su tío. ¿Debía de seguir llamándolo, tío?
—Lilith
Oliver se levantó y la recibió con un abrazo que ella correspondió cortamente.
—¿Que Haces aquí? —preguntó indicándole qué se sentará — ¿pasó algo en Forks?
—No — contestó Lilith sentándose —solo tenía algunas preguntas, ¿recuerdas que hace tiempo te pedí información de la familia?
—Si —contestó Oliver con el ceño fruncido—¿tuviste problemas o algo?
Sí, muchos...
—Es solo que el árbol familiar está mal— dijo con calma, Oliver se enderezó — ya sabes. Yo no soy hija de Lunet, así que.
