Orleans: Capítulo 2

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Sin una palabra, Izuku comenzó a caminar hacia los soldados, para sorpresa de Mash. "¿Sempai?" se preguntó en voz alta mientras se apresuraba a seguirlo.

“Mash, ¿cuántos suministros médicos trajimos con nosotros?” preguntó, con los ojos fijos en los soldados que yacían en el suelo, unos pocos vigilados por otros. “¿Y la comida? Si intentamos extenderlo y luego encontrar la línea mística, entonces...

"Sempai, espera". Mash lo interrumpió, parándose frente a él para detener su movimiento. “Sé lo que estás pensando hacer, pero no tenemos suficiente para todos ellos. Solo trajimos lo suficiente para ti en caso de que los necesites.

Eso tenía sentido, por supuesto, ya que necesitaban concentrarse en mantenerlo con vida para poder deshacer las Singularidades. Aun así, el impulso de salir corriendo y ayudar a las personas frente a él no disminuía. "Aún así, podemos ayudar a algunos de ellos, ¿no?" preguntó, con un tono de desesperación en su voz mientras miraba a Mash.

Por un momento, dudó, desviando su mirada de la de él. A decir verdad, ella quería hacer lo mismo, pero un pensamiento inquietante la inquietaba. “Senpai... tendríamos que elegir a cuáles ayudar y a cuáles no. Si aun podemos ayudarlos con nuestros recursos. ¿Y si... y si empezaran a discutir sobre quién se queda con los suministros? ¿Qué pasa si comienzan a pelear entre ellos?

Izuku se congeló. En su prisa por ayudar, en realidad no había considerado esa posibilidad. Asumió que simplemente entenderían que los recursos debían ir a quienes más los necesitaban. La posibilidad de que comenzaran a pelear por lo poco que había no había pasado por su mente. Levantó la cabeza para mirar a los soldados nuevamente, y no podía imaginar que el escenario que Mash proponía realmente sucediera. De todos modos, parecían tan completamente aplastados que cualquier apariencia de alivio podría desesperarlos. ¿Qué pasaría si solo causara más daño que bien tratando de ayudarlos?

“Yo…” comenzó a replicar, pero no pudo encontrar la voluntad para hacerlo. Por supuesto que lo empeoraría. Después de todo, eso era lo que mejor hacía. "... tienes razón... lo siento". admitió, sus ojos moviéndose hacia el suelo. Fue una píldora muy amarga de tragar, pero tenían que concentrarse en el panorama general aquí. Si en realidad no podían permitirse el lujo de hacer mucho más, entonces no deberían hacerlo. Por mucho que se sintiera mal ignorar a las personas que pueden necesitar ayuda.

Mash observó cómo Izuku procesaba lo que le decían y sintió que una nueva oleada de culpa la atravesaba cuando esa mirada sin vida reapareció en su rostro. Por un momento pareció volver a la normalidad, su deseo de ayudar superó toda la negatividad que se cernía sobre él desde Fuyuki. Entonces ella tuvo que ir y anular eso ella misma. Una vez más, lo estaba eligiendo a él sobre los demás, y aunque también quería ayudar a los soldados, tenía que priorizarlo. Por el bien de la misión, y para cumplir con lo que Olga Marie hubiera querido, no podía dejar que él sacrificara sus propios medios de supervivencia por los demás.

Incluso si la odiaba por ello.

"... al menos deberíamos pedirles más información". ella ofreció después de un momento. “Cuanto más tengamos, antes podremos deshacer esta Singularidad y volver todo a la normalidad. Deshacer... todo esto. aclaró, mientras señalaba el pueblo en ruinas ante ellos. Fue un intento insignificante de compromiso, y estaba segura de que haría poco para evitar el impulso que tenía de ayudar a las personas que tenía delante. Aún así, era mejor que nada.

Izuku levantó la cabeza y asintió brevemente, sin tener nada que decir a cambio. Tal vez si solo se enfocaba en ese objetivo final, todo sería más fácil. Así que los dos reanudaron su caminata, acercándose juntos esta vez a la colección de guardias.

Durante unos dos minutos, porque tan pronto como se acercaron lo suficiente, uno de los guardias dejó escapar un bramido y se puso de pie de un salto, agarrando su lanza y apuntándola en su dirección.

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