Timeless Academia

Orleans: Prólogo

Hay tantas maneras en que podría haber salido mal. Maneras en las que no podíamos permitirnos el lujo de arriesgarnos. Quienquiera que fuera ese Lev, era lo suficientemente poderoso como para abrir un agujero en el espacio y el tiempo. Podría habernos diezmado a todos si le hubiera importado lo suficiente. Pedirle a Mash que luche solo contra él también la enviaría a ella a la muerte.

“ Puede que no tenga! ¡Podría haber tenido suerte! ¡Ni siquiera lo intentó! ¡Simplemente la dejó morir porque estaba asustada!

Odio esto. Odio sentirme así. Odio incluso considerar que es su culpa cuando no ha sido más que amable, solidaria y comprensiva, incluso cuando debe estar lidiando con esto también. No es su culpa. No es su culpa porque es mía. No le advertí sobre el mal presentimiento que tenía, no traté de detenerla, no esperé que me detuviera, no me acerqué para ayudarla cuando necesitaba a alguien con quien hablar, yo no le dije que era merecedora de elogios y bondad y amistad cuando empezó a darme lo mismo a mí, no hice nada para ayudarla porque soy un hipócrita inútil, no es culpa de nadie más es solo MÍO !

No puedo empujar esto a nadie más. Necesito lidiar con esto yo mismo. Necesito superar esto yo mismo para no arrastrar a nadie.

No he escrito su nombre. Ni siquiera puedo mirarlo sin verla arder. Tal vez si me obligo a hacerlo, puedo seguir adelante.

Sólo necesito escribir su nombre.
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Izuku miró fijamente la página que tenía delante, su pluma flotando sobre ella, apretada con fuerza entre sus dedos. Sus ojos cansados ​​miraron el espacio vacío debajo de su oración anterior. Trató de concentrarse, trató de visualizar lo que necesitaba escribir.

Dos nombres de pila. Un nombre de familia. Un título para acompañarlo.

Solo escribe el primer nombre. Cuatro letras. Solo comienza allí. Una vez que hagas eso, el resto será fácil.

Su mano bajó ligeramente, la pluma casi tocó la página. Eran solo líneas. Líneas que pasaron a significar palabras. Todo lo que tenía que hacer era dibujar las líneas.

Míralo así. No pienses en lo que significan las palabras. No pienses en cómo es un nombre. Un nombre perteneciente a una persona muerta. Un muerto que murió por tu debilidad, tu incapacidad para ser el héroe que decías que querías ser. Un héroe no dejaría morir a alguien que creía en él. Un héroe no le fallaría a alguien así. Un héroe no dejaría que alguien muriera gritando de agonía en ese furioso infierno que consumió todo su cuerpo y la chamuscó, la quemó, la convirtió en cenizas, la dejó gritando, gritando, gritando , gritando de agonía porque no pudiste salvarla .

Izuku apartó la mirada de la página y arrojó el bolígrafo frente a él, dejando que golpeara la pared detrás de su escritorio y cayera. Puso sus manos sobre sus ojos y dejó escapar un suspiro tembloroso. Hiciera lo que hiciera, no podía dejar de pensar en ese momento. No podía dejar de verlo cuando cerraba los ojos. No importaba lo que intentara, simplemente no desaparecía.

La peor parte era que no estaba seguro de si era correcto querer que desapareciera. ¿No se merecía esto? ¿No es este un pequeño precio a pagar por permitir que suceda en primer lugar? Si nunca volvió a dormir bien, ¿qué era eso en comparación con lo que le pasó a ella?

Escuchó ese chillido familiar y sintió que algo aterrizaba en su regazo. Movió las manos y vio a Fou sentado allí, mirándolo con una expresión casi preocupada. Suspiró y envolvió sus brazos alrededor de la criatura, acercándolo más mientras le acariciaba la barbilla. “Lo siento Fou…” susurró, a lo que la criatura solo dejó escapar un largo “Fooou…”