VEINTISÉIS

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Llegamos con cinco minutos de antelación. Me gusta la puntualidad, aunque no llego a practicarla. Lo de hoy es un compromiso; cuanto antes termine, mejor. Hay que ver el lado positivo de las cosas. Es decir, esta obra radiofónica me permitirá despejar la mente de cosas inocuas a la vez que necesarias. En el peor momento.

Ahí está el coche. Un clásico moderno. Por más increíble que parezca, la llave está donde Luci dijo que estaría. Siéntate tú al volante; prefiero viajar de copiloto para poder ver el paisaje... metafóricamente hablando, porque está claro que necesitaremos estar atentos a la transmisión.

Mientras sintonizo la radio, noto a lo lejos a un hombre enfundado en una gabardina. Allá, a lo lejos. ¿Lo ves? Gabardina, gafas ahumadas y un gorro. ¿Con este clima? Simplemente desentona.

Tal como piensas; siento que estamos siendo perseguidos. Ya antes lo noté. ¿Desde cuándo, puntualmente? Desde que salimos del Hotel España. ¿Habrá sido Rami lo suficientemente rápido como para ponernos un espía? ¿Venía desconfiando de mí desde antes? ¿Desde el principio?

A más preguntas, menos respuestas.

Lo que nos faltaba, ¿eh? En fin, grábate en la retina a ese tipo con pinta de espía por si lo distingues después. Y esta radio que no...

...y en breves momentos iniciará...

¡Silencio!

—...de ciencia ficción esperada por toda nuestra audiencia. ¡En nuestro siguiente bloque no te pierdas el primer episodio de Meteoro y la caída ingrávida a las catorce horas por tu radio favorita!

Bien, ahora a esperar. Parecemos centinelas. Se me ocurren títulos: Los rancheros de Texas. Los vigías y el faro. Los moais de Rapa Nui. Dos detectives ocultos por un parabrisas.

Tantas posibilidades y todas igualmente imposibles.

Muerte y Morton.


ENTRAMADOS POR UN CADÁVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora