El fantasma de Luke Castellan

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APOLO

Carter nos llamó y todos fuimos al lugar de encuentro: la tumba de Luke Castellan, el hijo de Hermes que se había vuelto malvado y al final se había redimido. Todas las lámparas apuntaban contra la lápida, destacando su nombre y lo que estaba anotado por debajo.

—Bueno, tienen trabajo que hacer. —avisó Annabeth.

Miré a los hijos del dios de la muerte, y al otro dios presente, quienes empezaron a convocar sus poderes en relación con el inframundo. Tendrían que traer el alma de alguien perdido hacia mucho tiempo, llamar su atención tan siquiera.

—Ponte en posición, Annabeth —le dije—; es necesario que te acomodes para ser el objeto enfocado.

La chica mantenía la mirada atenta en la tumba, no diría si con miedo, respeto, con cierta incomodidad de estar sobre el cuerpo de alguien que en algún momento fuera cercano. Ella refunfuñó.

—Estoy lista...

—Pues empecemos. —dijo Nico.

Samirah colocó sobre el suelo una bolsa de dormir que Thalía y Alex acomodaron. La hija de Zeus apoyó a la Chase, después de todo era un asunto que tendrían en común, junto con Luke en algún momento habían formado un grupo contra los monstruos, ambas habían sido traicionadas por el hijo de Hermes, ambas estaban dolidas en aquel momento lúgubre, la rubia se recostó sobre la tela, y se cruzó los brazos mientras miraba el cielo.

Nico y Hazel empezaron a realizar su magia a la vez, atrayendo la oscuridad del entorno para manipularla y maniobrarla en un espiral oscuro, un pequeño tornado, por poner algún símil, que daba vueltas alrededor del cuerpo de la chica.

—Creo que está funcionando... siento como cuando detecto un muerto. —dijo la valquiria.

—Si, yo también lo siento. Se abrió un portal a la muerte. —explicó Anubis.

—Hay... hay mucha muerte... —avisó Hazel—. Hay muchas almas... puedo sentirlas, tenemos que enfocar un alma.

Anubis intervino, y sumó sus poderes de dios de la muerte con los poderes de los hijos de Plutón y Hades. Oscuridad de detrás de las lápidas y el parque para extenderse como oscuridad y tentáculos que envolvían a la joven en el suelo.

Ella era el centro el cual invocaría a Luke, y al pasar unos segundos su cuerpo empalideció, y se expulsó una corriente de viento, un frio sepulcral que hasta un dios solar como yo podía tomar.

—¿Alguien tiene una Güija? —preguntó Alex—, tal vez ya está aquí el alma.

—No... no lo está. Él tiene que poseer al receptáculo, usar su cuerpo para enfocar aquella parte su alma, además, tenemos que contar con que el cuerpo de su actual rencarnación esté dormido. —informé.

—Así que... tiene que poseerme, como un fantasma. —dijo Annabeth.

—No estoy convencida si eso es cool o aterrador... —murmuró la peliverde.

Thalía mantenía una expresión lúgubre que permaneció mientras los niños de la muerte, por llamar de alguna forma aquel trio particular realizaba su trabajo. El sitio se volvió más frío, eso fue algo que pude apreciar, tan helado que se podía comparar al mismo desierto del Sahara de noche, pues el frio que llegó era uno seco y desértico.

—Muéstrate, Luke Castellan. Toma el cuerpo de alguien que te haya visto morir, aunque sea por unos segundos, y hazte presente. —comentó Nico.

Mi mano se posó sobre mi arco, atento a que cualquier otra alma se hiciera presente en el llamado, atraído por las puertas abiertas que estaba formando en el ritual.

Un mundo después de los dioses [Cancelado]Where stories live. Discover now