Cuando pasó la tragedia con mamá, decidió retomar el papel de padre. Mi hermano tardó unos meses en perdonarlo, de pronto se llevaban genial, algo injusto para la vida que nos había dado, bajo mi punto de vista merecía más sacrificio.

Ahora me quedaré sola, con este ser que fue incapaz de cuidar a su familia. Ya estoy buscando la forma de acabar con todo...

Mientras espero a que empiece la reunión familiar, en el sillón de casa junto a mi perro Baxer, papá se acerca a mi posición con una bandeja repleta de canapés. Me observa, la deposita encima de la mesa y se sienta en el otro extremo del sofá, no pinta nada bien.

—¿Podrías sonreír? —pregunta algo serio.

¿De verdad piensa que puedo hacerlo? Mi vida se ha acabado, no una, ni dos, sino tres veces. No puedo aguantar más esta angustia y la presión que se forma en mi pecho de manera constante.

—¿Te vale así? —fuerzo una sonrisa de lo más irónica.

—Me vale con que tu abuelo se lo crea, ¿No querrás que le dé otro ataque como el año pasado?

Por querer no quiero nada, pero si tengo que elegir entre que le suceda algo a mi abuelo o a mí, está clara mi elección, así que fuerzo mi mejor sonrisa.

—Esta es mi chica —se levanta y justo antes de marcharse a la cocina acaricia mi cara pálida, contento de lograr algo que realmente no le pertenece.

Pasadas algunas horas, todos se encuentran en la mesa charlando, bebiendo y riendo. Yo estoy en el mismo lugar, la esquina del sillón la cual parece tener mayor calor humano que el resto de los comensales.

—Vaiolet, cántame alguna canción —me pide el abuelo cuando se acerca a mi encuentro.

Me encantaría poder ser la típica nieta con aspiraciones, salidas con amigos y almorzar todos los domingos en una mesa donde todos sonríen y le dan gracias a cualquier dios inventado, pero  soy todo lo contrario a lo que se denomina "social".

—Abuelo, no me apetece.

—Siempre es buen momento para que un abuelo escuche a su nieta preferida esa voz angelical, ¿quién sabe cuánto me queda? —me suelta melodramático.

—Eres un chantajista de primera
—consigue sacarme una sonrisa.

—Y tú una sabelotodo.

Posa una mano en mi muslo, observo el comedor para asegurarme que nadie me escuche, habrán salido al porche.

Cierro los ojos y canto unas estrofas de Thoughts "Sasha Slona".

https://soundcloud.com/jenn-mor-326267250/aud-20201219-wa0026-m4a (escuchar aquí)

—Aunque no me gusta lo que dices, me encanta oírte cantar —sus ojos vidriosos llaman mi atención, son de un azul intenso, de esos que tendrías que apartar la mirada para no perderte en ellos.

—Esta soy yo, abuelo —mis hombros se encogen en respuesta.

—Todo cambiará, ya lo verás —acaricia mi mejilla mientras suspiro lentamente.

Llegó el momento más temido, mi hermano se marcha. Con un simple "nos vemos pronto" y un beso en mi cuello se acaba. Todos se han despedido de él, mi padre, mi tía y la novia de mi hermano.

Lo mejor está por venir, eso dicen todos. Es cierto, muchas personas viven sueños, tienen esperanzas, cosechan y reciben, para ellos algo superior está por venir. Para mí, quizás lo que venga sea bueno, considerando en una escala de grises que va desde el 0, Gris claro (algo de luz), al 10, el negro (lo peor). Puede que no haya llegado a lo más pésimo, aunque creo que lo rozo todo el tiempo.

YUANFEN, MI SALVACIÓN जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें