❀ Sweet boy ❀ [L.S. AU]

❀ Capítulo 2

Había imaginado tantas cosas en el camino a la repostería, muchas posibilidades sobre como podía ser Harry Styles, pero ahora que lo tiene enfrente no sabe de qué manera exacta reaccionar. El chico no parece ser menor que él y con el jugueteo nervioso de sus manos se le hace improbable que pueda hacer siquiera unas galletas.

—M-mucho gusto —murmura apenas moviéndose, como si sus piernas se hubieran quedado estáticas en el suelo.

—Soy Louis Tomlinson, por cierto —sonríe tratando de que el momento no sea más incómodo —, un gusto. —Harry muerde su labio mirándolo por unos segundos antes de fijar sus ojos en sus zapatos, unas botas cafés algo gastadas.

Louis decide dar el primer paso y extender la mano para que el menor la tome. Cosa que este hace con un leve temblor. Se da cuenta que es una sensación realmente única; es suave y delicada, como tantear una mariposa. Tarda unos segundos en apartarla, dejando a Harry aún más nervioso de lo que ya parecía.

—E-el gusto es mío. —dice el rizado bajando la voz poco a poco y diciéndolo tan rápido que cuesta unos segundos entenderle.

—Espero no le ofenda, pero creo que es algo joven para su puesto —menciona, deseando no haber sonado tan duro como le parece.

—No me ofende en lo absoluto —responde encogiendo sus hombros—. Tengo diecinueve, de hecho —habla encogiéndose un poco.

El de ojos azules no puede creer lo que escucha ¿Cómo puede tener aquel querubín diecinueve años? Es demasiado pequeño. Demasiado dulce, demasiado... no hay una palabra lo suficientemente bonita como para describirlo.

— ¿De verdad? se ve más joven —Louis hace comentarios alagándolo tan sólo para que la plática que mantienen no acabe.

—Supongo que gracias, uh —entreabre sus labios evitando de nuevo el cruce de sus miradas—. Viene... por la fiesta para su hija, ¿No es así?

— ¿Cómo lo sabe?

—Yo eh, bueno, usted es... alguien conocido y, las noticias, televisión... Penny me dijo. No es que sea chismoso. No, yo no —sacude la cabeza haciendo que sus rizos se alboroten un poco, cayéndole algunos sobre los ojos.

Tomlinson asiente como si no hubiese notado el poco sentido de lo que Harry acaba de decir, como si comprendiera a la perfección. Su hija ya ha acabado el plato de galletas, después de terminarse también la leche se relame los labios. Acaricia su cabello, tan castaño como él lo tiene, inclinándose y dándole un beso en la coronilla.

Quizás sea por eso que adora tanto a su hija, porque es como una pequeña versión más hermosa y tierna de sí mismo. Los genes de la familia Tomlinson siempre han sido dominantes, pero en su caso parece que fue él mismo quien estuvo embarazado. Tiene los ojos azules claros, como un cielo un día de verano. También labios delgados pero en la forma de un corazón. La nariz fina al igual que la barbilla, adornado todo con un cabello que le llega a la mitad del cuello de un café como la madera. Ella es una princesa en verdad.

—Queremos contratarle para que haga la parte de repostería en la fiesta —hablarle de usted es una excusa para continuar evadiendo en encasillarlo en un género.

Normalmente a Louis no le importa ofender a los demás, es más; suele hacerlo, tal vez porque el entorno en el que siempre se ha desarrollado está lleno de personas así, pero sea como sea, Harry es alguien a quien no le quiere provocar incomodidad. Es más, detestaría hacerlo.

¿Es normal darle a tanta importancia a un extraño? Bah, pero si es un chico lindo... ¿O chica? ¡Rayos!

—Sería un honor para mí hacerlo —aquel de ojos verdes junta sus manos con la mirada brillante llena de emoción —, ¿Desea sentarse para hablar sobre ello?