39. ¿Quien es él?

326 26 0
                                    

Al parecer aquella laguna no era lo único que había aquí, se podía escuchar el bullicio y los gritos de algunos niños, todos los chicos estaban ocupados, así que sin preguntar decidí arriesgarme y caminar hasta donde provenían los gritos, y supe que mis sospechas eran ciertas ya que había un pequeño rio, y en aquel se estaban bañando algunos niños.

El agua se veía turquesa y las ganas de meterme se hicieron presente, así que decidí meterme, el agua no estaba fría, así que empecé a nadar, no había mucha corriente, pero si te la suficiente como para arrastrarte, me senté en una de las rocas y me puse a observar a los niños que jugaban, gritaban y corrían.

Me sorprende como es todo, todo esta pasando tan normal, el mundo no se detiene por nada, aunque estes jodido, todo sigue, las personas siguen, porque la única manera de que pienses que quieres que el mundo pare, es cuando ya no puedes más, que pides y ruegas por que todo se detenga, el mundo... las personas.


Camine un poco y entonces me estampe con alguien, su cabello era negro y un poco largo, su cara delgada labios gruesos.

-Deberías ver por donde andas – me miro a los ojos, y me obligo a bajar la mirada, lo que hizo que viera su cuerpo el cual se veía fornido bajo esa camiseta negra, halce la mirada y vi que estaba sonriendo lo que me daba una vista perfecta hacia sus dientes, su sonrisa era muy bonita, no dijo nada, solo me miro a los ojos y se acercó a mí, tanto que lo tenía a unos centímetros sonriendo, pero entonces me aleje de él.

-¡Santiago agarra la pelota! – grito uno de los niños.

El tal Santiago se dio la vuelta y regreso con aquellos niños, él estaba de espaldas ¿entonces por qué sentía que me observaban? Camine hacia atrás y cuando sentí que choque con alguien me di la vuelta -¿Santiago?

-¿Santiago? – pregunto frunciendo el ceño, yo solo negué con la cabeza - ¿Quién puta madre es Santiago? – pregunto, pero esta vez su tono de voz era diferente.

-Aleister... – susurre, negando con la cabeza.

-respóndeme.

-nadie – él me tomo de las manos, a si apretando mis muñecas.

- ¿Quién es Santiago? – pregunto una vez más – no me hagas repetirlo.

-nadie -respondí y entonces él apretó aun más mis muñecas. – no lo se – respondí, una vez más y entonces él me saco a empujones del agua y hizo que me adentrara con el al bosque.

Sus manos rodeaban mis muñecas, mientras yo trataba de que él no me apretara aún más, me movía, pero él era más grande y fuerte lo que no me daba puntos a mi favor, entonces él me miro a los ojos, y afloje mis brazos, lo que permitió que los tomara con más facilidad y me acorralara en un árbol.

Sabía que estaba enojado, cada vez se acercaba más a mí.

-Cada vez haces que tu apodo sea más tu verdad, por que andas como una puta necesitada.

Lo mire a los ojos, no sabia por que hacia esto, no encontraba el motivo – al menos yo no necesito de estar poniendo sobrenombres o humillar a las personas para sentirme bien conmigo misma.

-eres una maldita ramera. – siseo.

-pues por que esta maldita ramera, hablo con otro chico es porque estas así ¿o me equivoco?

NOTA: joder gente somos 10K os amo, nunca pense que esto fuera a llegar tan lejos, os juro, muchas, muchas pero muchas gracias se los juro que estoy llorando de la emocion ¡GRACIAS, OS AMO! 

HELLWhere stories live. Discover now