24. Avaricia

547 38 1
                                    

En cambio a los otros ahora hace calor, Ash me bajo apenas llegamos, este lugar es muy diferente a los otros, este parece una fábrica, me apretó la mano y empezamos a caminar, el puente no tenía barandal, me aferre a su mano y me asome, había un r...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En cambio a los otros ahora hace calor, Ash me bajo apenas llegamos, este lugar es muy diferente a los otros, este parece una fábrica, me apretó la mano y empezamos a caminar, el puente no tenía barandal, me aferre a su mano y me asome, había un río de oro fundido, que descendía desde el frente, por el otro lado había personas cargando grandes costales mientras gritaban y se insultaban.

-cuidado - susurro cuando ya me encuentro muy cerca de la orilla y me acerco a él.

Una capa de sudor cubría mi cuerpo, las ganas de quererme quitar el vestido eran cada vez más, halce la mirada solo para ver la rueda de la fortuna hecha de oro con cosas grabadas.

-¿para que es eso? -no pude evitar no preguntar.

-Se ocupa para entregar el castigo adecuado para cada persona -asentí.

No pude evitar no hacerlo, cuando vi a Hemlock, me acerque a él y le di una vofetada, él solo me miro y tomo mi brazo, sentí algo caer en mi brazo, nunca sentí algo igual, ningún dolor se comparaba, aparte mi mano lo más rápido que pude, mi vista se nubló por unos instantes.

Cuando por fin reaccione, lo primero que vi fue a Ash que ahora está haciendo algo en mi brazo, e pare y vi que estaba enbarrando algo.. sangre, pero me pare dispuesta a salir de aquí.

-Estoy harta, me largo -me pare tambaleándome.

-Cuidado, o caerás en los calderos - me advirtió divertido.

-si tengo que hacerlo para irme de aquí, lo hare - lo rete.

-No lo haras - lo mire a los ojos, esos ojos color verde que me retaban, baje un poco la mirada solo para ver su tatuaje, un signo de pesos abajo de su ojo derecho era lo único que hacía que su perfecta cara se viera arruinada... pero no del todo.

Me acerque a la orilla y serre los ojos, moriría, lo sabía y sería doloroso, solté el aire que no sabia que estaba guardando en mis pulmones y me deje caer...

HELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora