56

341 61 2
                                    

-¿vas a ir a verla? - preguntó Todoroki.

-yo no, la perra es la que me vera.

Bakugo estaba consciente que iba a pisar terreno prohibido (por nadie) solo para recalcar quien manda. No había pasado las últimas tres horas eligiendo que vestir y que maquillaje usar por nada.

Shoto solo lamentaba tener que trabajar extra para que su padre no sospeche de el exceso de libertad que le da a la rubia. No queria pasar mas tiempo de lo debido con su padre en la empresa.

-mas vale que me desees suerte.

-suerte...perra.

Bakugo volteo a verlo orgullosa. Al fin se le había pegado su lenguajes vulgar y ya solo faltaba que se le pegara lo puta aunque no le miraba muy lejos.

-que lindó, pero eso dile a tu culo.

Shoto sonríe en respuesta.

Hace unos días que Bakugo quiere ir a la empresa de los Midoriya solo para marcar posición y territorio, sobre todo con la ex perra de su pareja actual.

Su único encuentro le dejo mucho que desear y también tanto que decir.

—oye — llama Shoto — ten las llaves del carro, rayalo si quieres porque es de mi padre.

—que hijo de puta eres a veces, pero agradezco el trato.

Dice eso tomando las llaves con cierta coquetería que solo mostraba cuando iba a usar esa lengua de víbora contra alguien.

Shoto le dio el carro esperando chisme luego; no por nada salió apresurado de su cómoda casa a la otra ajena por una llamada. Necesitaba el chisme que siempre se carga Bakugo porque sólo a ella le pasan cosas que luego quiere escribir en un libro para su vejez.

O usarlo para experimentar. Cualquiera valía.

Ya sin la rubia Shoto se queda aburrido aunque solo haya pasado unos minutos, busca su celular y agradece tener la clave WiFi de su amiga. Ese día tuvo que embriagar a la muy perra para que le deje conectar su celular a la red.

Tiene mensajes de Mirio y de su hermano Touya.

Mirio:

Podemos vernos en la tarde si gustas.

Al final si había aceptado su invitación a comer a un restaurante, tenía a otro mas en su agenda de citas importantes pero Mirio siempre sería su favorito.

Porque Mirio no solo era profesional en su trabajo sino que también un caballero (recordando cuando hizo estupideces ebrio) y también su apariencia. No se consideraba quisquilloso pero le gustaba los hombres altos y musculosos, para su fortuna el tamaño de su pene no le decepcionó cuando intento hacer un oral.

Esos diecisiete centímetros ya tenían dueño.

.

Cuando Bakugo llego a la empresa de los Midoriya noto la mirada de Ochako cargada de ira y sinceramente le valía verga.

Con toda la dignidad del mundo fue hasta su puesto para encararle, Ochako ya estaba preparada para soltarle respuestas a sus insultos.

—llama a Izuku — es lo único que dijo la rubia con una sonrisa arrogante.

—¿ah? ¿ tienes una cita o algo?

—¿la necesitó? — respondió con burla — llama a tu jefe que es urgente.

Yaoyaruzu y Usui se miraron incómodas notando el ambiente pesado que había entre esas dos.

—ahora esta en un trabajo importante — dijo la castaña tratando de sonreír de forma profesional — haz una cita para la próxima semana.

Bakugo le miro aburrida y sin ganas de seguir discutiendo por lo que sólo atinó a suspirada y dándole la idea a Uraraka que había ganado; pero solo era una fachada cuando saco de su bolso su celular y llamó.

Llamada que fue atendidas al segundo tono y lo puso en altavoz para que la secretaria escuche.

—¿Kacchan?

Izuku nunca antes había contestado el celular tan pronto a no ser que fuera algún contrato o su abuelo. Y eso Uraraka lo sabía a primera mano.

—estoy en el primer piso, baja ahora mismo.

Y con eso corta la llamada, la castaña la mira indignada.

—¿qué?

—no puedes hablar así al dueño de la empresa — dice claramente molesta donde sus amigas le dan la razón — ahora estamos en eventos importantes para que distraigas nuestro trabajo por...

—Kacchan — era la voz de Izuku y ambas voltean a ver — no sabía que ibas a venir ¿porqué no pasaste directo a mi oficina?

—¿¡ah!? Si tu empleada me dice que tengo que agendar una cita para la otra semana.

Izuku mira interrogante donde las tres chicas agachan la cabeza avergonzadas.

—como sea, sólo vine a traerte los papeles que dejaste en mi departamento. No es como si hubiera tiempo para verte muy seguido, tengo cosas mejores que hacer.

Izuku suelta un suspiro de alivio, no tendría que mandar a fotocopiar otra vez los papeles.

—siempre tan ocupada.

—¿te molesta? — dice con burla.

—no, es parte de tu encanto.

Bakugo sonríe y decide que ya hizo suficiente en ese lugar, después de todo sólo queria hacerle pasar un mal rato a la castaña para devolverle el favor.

—nos vemos en la noche — dice el pecoso despidiéndose.

—¿en tu departamento o en el mío?

Izuku sonríe y atina a quitarle el ojo y como respuesta la rubia sonríe cómplice ya que ese gesto solo tiene un mensaje claro.

«donde tu quieras »

Al final no fue tan malo, logró mas de lo que imaginó, pero su diversión fue interrumpida cuándo iba a tomar un taxi.

Ya imaginaba que la castaña no la iba a pasar por agua tibia ese encuentro.

—podemos hablar...perra.

Bakugo aguantó las ganas de darle un golpe, porque ese insulto fue el mismo que le dijo la madre de Eijiro cuando terminaron.  Una perra arrastrada y ofrecida, pero ya no estaba en esa época donde agachaba la cabeza aun así toma la decencia de escuchar lo que la otra perra tenía que decir.

—habla.

Y con eso ambas toman rumbo a una cafetería cercana.

....

Antes que nada estuve enferma por 3 semanas con principio de neumonía ;'D sigo viva y también estuve editando los capítulos y por eso el retrasó.

Los amo.

Cuiden su salud no como yo que enfermo se pone a beber como maníaco.

masoquista [Dekukatsu]Where stories live. Discover now