11

1.2K 146 25
                                    

Katsuki no estaba de humor para nada más allá del trabajo.

Eso Izuku lo noto cuando vio todo el desorden en el departamento, sabe que conseguir información de una empresa de gran prestigio como lo es la suya es muy difícil, casi imposible pero aun así el silencio que hay mientras ella lee los documentos no puede evitar sentirse relajado.

—¿y bien?

Bakugo gruñe, esta molesta por lo que lee en esos documentos y todo parece muy complejo para su gusto.

—estamos jodidos sin la ayuda de un préstamo en el banco.

—¿solo un préstamo?

—no solo eso, se necesitara diseños exclusivos para hacer competencia y no hay presupuesto para contratar un nuevo diseñador.

Izuku solo escucha las quejas y las posibles sugerencias se tiene la rubia, disfrutaba un poco las expresiones que tenia cada vez que estaba otra vez en una callejón son salida.

— venta de la casa...

El pecoso abre los ojos ante la medida drástica que toma.

—tengo una solución pero no sera fácil.

—habla.

—la ropa retro nunca pasa de moda, seria bueno saber que propuesta tiene la empresa de tu madre para buscar donde iniciar.

—¿ahora me vas a decir que sabes como manejar la industria de la moda?

—algo así.

—te odio.

El celular suena, es de Bakugo y hace una mueca al saber de quien se trata.

—vieja...

—hasta que te dignas a contestar, tienes alguna solución o de plano tenemos que vender la tienda de la estación.

—estamos en eso...

—¿estamos?

—bueno...eso luego te explicó, en esta semana buscare la solución al problema sin que tengamos que vender la tienda favorita del viejo.

—eso...bueno Masaru esta ya que se despide de ella.

—haz que se aguante una semana mas su despedida antes de reunirnos.

—gracias, luego me dices que cuarto quieres como herencia.

Bakugo se ríe con una carcajada que Izuku le gustaría escuchar a diario de alguna forma.

Les da espacio, no quiere escuchar un conversación que parece privada y decide ir a la cocina que ya se adueñó.
Preparar unas limonadas helada para relajarse del trabajo pesado, mientras la prepara deja que su mente imagine varios escenarios calurosos con ella.

Muchos de ellos estando él en medio de torturas inhumanas y con muchos juegos que le gustaría experimentar.

Es consiente que debe dejar que la rubia tome su ritmo, lo descubrió cuando piso por primera vez el departamento. Donde ella muestra que ritmo quiere y luego de satisfacerse lo deja hacer lo que se le venga en mente como una compensación luego de ser brusca.

Luego cuando escucha que Bakugo se despide le llega una extraña idea a su mente, sabe que la única manera que adquieran un préstamo es que se una un socio pero sabe que nadie seria tan idiota para asociarse a una empresa en bancarrota.

masoquista [Dekukatsu]Where stories live. Discover now