♥ Sesenta y Seis ♥

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Desperté envuelta en los brazos de Taehyung, quien se encontraba de espaldas a mí. Sonreí levemente, recordando los momentos vividos en la noche, donde me hacía sentir tocar el cielo.

Hice un pequeño movimiento, y posteriormente sentí cómo apretó un poco su agarre. A continuación, soltó un gruñido adormilado.

-Buenos días, princesa- susurró.

-Buenos días, Tae- sentí cómo besó mi cabeza- ¿amaneciste bien?

Hizo que diera la media vuelta, quedando frente a él, sus ojos aún se encontraban cerrados.

-Amanecí contigo ¿no es suficiente?

Sonreí enternecida por su respuesta, e hizo que colocara mis manos en su pecho, al igual que mi cabeza.

-¿Y tú?

-Yo a tu lado.

Abrió los ojos con un puchero.

-No se vale repetir- se quejó.

-¿Quieres que diga algo en específico?

-¿Alguna muestra de cariño?

-Te amo, Tae- rodé los ojos.

-¿Más bonito?- exigió, al notar lo fría que había sido.

Suspiré pesadamente y reí sin poder contenerme.

-Te amo mucho, Tae- repetí, pero de manera tierna, proporcionándole una sonrisa.

-Yo también, princesa- con sus manos acarició mi cintura, hasta sentir cómo deslizaba su toque hasta mis caderas, dónde dió un leve apretón.

-Tae- suspiré- compórtate.

-Eso es casi imposible cuando estás cerca.

Liberé una risa nasal, la cual se escuchó muy sexy, y acaricié sutilmente su pecho.

-No me hagas ser una mala niña- advertí.

-¿Qué más quisiera yo, pequeña?- su toque había llegado a mi trasero. En el momento justo cuando queríamos comenzar..

La puerta fue tocada.

El pelinegro maldijo una y mil veces a la persona responsable de la interrupción.

-Harmieh, cúbrete completa- ordenó, ya que estaba desnuda- pasa.

La puerta fue abierta, dejando ver la cabeza asomada de la pequeña Jisoo.

-¿He interrumpido algo?

-Oh, no, hermanita, sólo dormíamos- respondió su hermano, de manera sarcástica, con la sonrisa más falsa que una persona puede dedicar.

-Aish, perdón- bajó su cabeza apenada.

-Entra, mocosa- ordena seriamente, aún molesto por su interrupción, así que decidí intervenir.

-Tae..- lo observé con una ceja alzada.

-¡Es que es una inoportuna!

-Es tu hermana menor, deja de comportarte como si fueras menor que ella- reclamé y se cruzó de brazos dramáticamente, no pude evitar sonreír.

-Él parece menor que yo- añadió la menor.

-Cállate, ratón- contraatacó- ¿qué ocurre?

-Quería contarte algo importante.

-Vale, te pido dos minutos para que nos dejes colocarnos alguna prenda encima.

-Hablas como si no te hubiera visto desnudo, Kim.

Good Heart «김태형» ✓ EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora